Tras un viaje que emprendieron desde las costas de Alaska, y el cual implicó recorrer entre 8 y 10 mil kilómetros, 86 ejemplares de ballena gris ya llegaron a las lagunas costeras de la Península de Baja California para iniciar su proceso de reproducción.
De acuerdo con el primer censo de la temporada 2020-2021 que llevó a cabo la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) en coordinación con la empresa Exportadora de Sal, S. A. de C. V., en la Laguna Ojo de Liebre se contabilizaron un total de 86 ballenas de las cuales 34 fueron ballenatos con pocos días de nacido y 52 ballenas adultas.
Cuando las madres ingresan a las lagunas para tener a sus ballenatos lo hacen de manera paulatina y por ello, se prevé que el número de ejemplares aumentará en las siguientes semanas.
La Conanp informó que en temporadas previas a la pandemia de Covid-19, el avistamiento de ballenas en la Reserva de la Biósfera El Viscaíno significó una fuente de ingresos para 90 familias de prestadores de servicios turísticos, 500 familias de hoteleros y 70 familias de restauranteros, con un total de 2 mil 650 personas beneficiadas. La derrama económica estimada llegó a ser de más de 3 millones de dólares anuales.
Pero como la temporada 2020-2021 se enmarca en contexto de la pandemia de coronavirus, ahora el acceso a la observación de la ballena gris está restringido a 50 por ciento de la capacidad de cada embarcación.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) otorgó para este año 32 permisos a prestadores de servicios que ofrecen tours de observación de ballena gris en la Laguna Ojo de Liebre y otros 27 permisos para la Laguna San Ignacio.
Durante la actual temporada, la Conanp informó que se harán recorridos para el registro de la mortalidad, varamientos y enmallamientos de ballena gris en Laguna Guerrero Negro, Ojo de Liebre y San Ignacio, así como acciones de concientización ambiental, además de apoyos con programas de conservación para el desarrollo sostenible por parte del Área Natural Protegida (ANP).
En 1972 el Gobierno de la República decretó la creación de los primeros santuarios de ballenas en las lagunas de San Ignacio y Ojo de Liebre- Guerrero Negro.
En 1988, se decretó la Reserva de la Biósfera El Vizcaíno como Área Natural Protegida para proteger y conservar los ecosistemas representativos, su belleza natural, biodiversidad y los sistemas de lagunas a las que anualmente migra la ballena gris a cumplir su ciclo biológico, además de ser refugio de una importante diversidad de aves acuáticas migratorias.
En 1993, se inscribió como Bien Natural en la Lista de Patrimonio Mundial de la Organización Mundial para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), el Santuario de Ballenas de El Vizcaíno, que abarca las Lagunas San Ignacio y Ojo de Liebre y sus respectivos entornos, porque estas lagunas son reconocidas como lugares importantes para la reproducción, descanso y crianza de la ballena gris.
También en 1993 fue incorporada a la Red Mundial de Reservas de la Biosfera del Programa MAB (El Hombre y la Biosfera, por sus siglas en inglés).
La ballena gris, una de las especies más grandes del mundo marino, se encuentra listada en la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010, bajo la categoría de protección especial.
5 Datos de la ballena gris
1.-La ballena gris estuvo a punto de extinguirse por la cacería indiscriminada a finales del siglo XIX.
2.-Para ayudar a la recuperación de la especie, México protegió sus áreas de reproducción en Baja California Sur.
3.-La ballena gris llega a medir hasta 13 metros de largo y pesa hasta 30 mil kilogramos.
4.-Su soplo mide de 3 a 4 metros de altura.
5.-Durante su viaje migratorio, sale a respirar cada 3 a 7 minutos.