Ciudad de México. Este año los bosques mexicanos son altamente vulnerables debido un pronóstico crítico de incendios forestales, la continuidad del programa federal Sembrando Vida y la carencia presupuestaria que se agudiza en medio de la pandemia de Covid-19, advirtieron expertos del sector forestal.

México conmemora este 21 de marzo el Día Internacional de los Bosques con un cinturón de incendios forestales activos que ya consumieron más de 7 mil hectáreas en los límites de Coahuila y Nuevo León y aunque las autoridades hacen esfuerzos por apurar la liquidación del fuego, hasta ahora se reporta un avance menor al 30 por ciento.

La Comisión Nacional Forestal (Conafor) pronosticó un año crítico en incendios forestales debido a que el País acumula una sequía desde octubre del año pasado y, además, se encuentra bajo los efectos del fenómeno meteorológico ENOS-La Niña, el cual provoca menos lluvias.

A esto se suma la continuidad del programa federal Sembrando Vida que desplaza el modelo de manejo comunitario forestal sostenible de los bosques mediante el cual las comunidades desarrollan una producción comercial de productos maderables.

Por si fuera poco, la Conafor enfrenta la reducción del 43 por ciento de presupuesto desde 2012. Este año le fueron asignados apenas 2 mil 762 millones luego de un desmantelamiento de sus capacidades operativas y financieras.

“La falta de recursos destinados al combate y la prevención de incendios forestales está siendo evidente con estos incendios catastróficos en los que se han quemado miles de hectáreas y que están básicamente incontrolables ahorita porque, entre más grande es un incendio, es más difícil controlarlo”, señaló Jorge Raúl Fernández de Castro Contreras, director de la Unidad de Conservación y Desarrollo Forestal número 4 La Victoria-Miravalles de San Dimas, Durango, mejor conocida como U4.

El desmantelamiento de la Conafor y la falta de presupuesto provocó una reducción de las brigadas rurales contra incendios forestales por ejemplo, explicó que en Durango este recurso técnico pasó de 60 a 12 en los últimos años.

“Durango venía trabajando con 60 brigadas rurales apoyadas por la Conafor a través del Gobierno del Estado y el año pasado fueron 30 mientras que este año, tengo entendido que son 12 brigadas rurales para el combate de incendios forestales y la temporada se advierte bastante, bastante crítica. Por lo menos en Durango no hay probabilidad de lluvia en los meses de marzo, abril y mayo, entonces creo que se tiene que reforzar a las brigadas rurales de combate de incendios porque es mucho más económico combatir un incendio que restaurar un bosque”, agregó en entrevista con Evlyn.Online.

La U4 desarrolló un Sistema Modelo de Detección de Incendios Forestales que monitorea en tiempo real 200 mil hectáreas de bosque de pino y encino para alertar oportunamente de la presencia de fuego, pero Jorge resalta que es importante continuar apoyando y fortaleciendo las brigadas rurales porque son los primeros en manejar el bosque y actuar ante la presencia de un incendio.

“Un bosque que no lo manejas, que no lo trabajas tiene más riesgo a enfermarse de plagas o de incendios que se pueden salir de control. Lo mejor es aplicar recurso para reforestación, para extracción de material vegetal muerto y que puedas tener un bosque sano sin riesgo a plagas o incendios catastróficos”, apuntó.

Pie de foto: Camión cargado con madera de los bosques.
Pie de foto: Camión cargado con madera de los bosques.

Gustavo Sánchez, advirtió en enero cuando se desempeñaba como Presidente de la Red Mexicana De Organizaciones Campesinas Forestales (Red Mocaf), que la desinversión de presupuesto forestal está causando estragos en el manejo forestal de los bosques.

“Con este serían 6 años consecutivos de disminución lo cual detiene el crecimiento en materia de superficie bajo manejo forestal, contribuye a que los ecosistemas forestales no estén manejados sosteniblemente y los hace vulnerables a muchas cosas. Incluso en cuestión de subsidios, para el Gobierno Federal es mejor apostarle a Sembrando Vida que a un manejo forestal sostenible y no vemos un paso firme hacia fortalecer el mercado legal de la madera en México”, señaló en entrevista con Evlyn.Online

Además, lamentó que el Gobierno Federal tampoco tenga una estrategia para combatir la tala ilegal.

“A dos años de este Gobierno no ha habido una iniciativa conta la tala clandestina”, evidenció.

Por otra parte, dijo, se vulnera a las comunidades forestales y a los defensores ambientales con la desacreditación a toda forma de organización entre los propietarios del bosque.

“No se apoya al sector forestal pero sí hay señales de que la minería es prioritaria y las comunidades en la Sierra Norte de Puebla enfrentan la amenaza de cambio de uso de suelo debido a proyectos mineros y un ambiente de desacreditación a toda forma organizativa lo cual, coloca en una situación de mucha vulnerabilidad a los defensores ambientales y a las comunidades forestales”, indicó.

Pie de foto: Manejo forestal del bosque
Pie de foto: Manejo forestal del bosque

EL IMPACTO DE SEMBRANDO VIDA EN LOS BOSQUES

La vulnerabilidad de los bosques se acentúa con el programa federal Sembrando Vida porque en el caso de San Dimas, Durango, la siembra de árboles frutales como el manzano resultó una pérdida de recursos porque la mayoría no sobrevivió, expresó Jorge Raúl Fernández de Castro Contreras, director de la U4.

“Sembrando Vida viene con apoyos por persona y se quita el manejo en grupo. La intensión puede ser buena de crear microeconomía con la producción de manzana, pero la gente no tiene experiencia de cómo hacerlo. Nuestros bosques en Durango son de pino y encino”, subrayó.

Pie de foto: Árboles de manzano que fracasaron en Sembrando Vida.
Pie de foto: Árboles de manzano que fracasaron en Sembrando Vida.

De acuerdo con la estadística de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), México cuenta con 64 millones de hectáreas de bosque de clima templado y selvas que abarcan el 32 por ciento del territorio nacional. Adicionalmente, el País cuenta con 56 millones de hectáreas de matorrales y cerca de 2 millones de hectáreas de vegetación hidrófila.

Alrededor del 80 por ciento de los bosques y selvas se encuentran bajo régimen de propiedad social, constituidos en 8 mil 500 núcleos agrarios.

Martín Pérez López, Presidente de la Asociación Regional de Silvicultores Limaxtum en Veracruz, expuso que Sembrando Vida dividió a los ejidatarios entre quienes sí están recibiendo apoyo y aquellos que no están adscritos a este programa.

No obstante, en su opinión, este programa se opera con improvisación.

“Los compañeros se dispersaron en los grupos, se anotaron de manera individual y metieron sus predios a Sembrando Vida. Estos predios de Sembrando Vida tienen un potencial fuerte, pero está mal encausado, no hay una directriz muy definida, es una serie de improvisaciones y están cometiendo una serie de errores que nosotros ya vivimos hace 26 o 27 años empezando porque no hay bancos para producción de semillas, ellos están intentando cubrir sus metas, pero van a resultar los mismos errores que ya se cometieron en el pasado, por ejemplo, el cedro rojo ya tiene la plaga del barrenador”, afirmó Martín en entrevista con Evlyn.Online.

En cambio, Antonio Arriola Beltrán, Presidente de la Unión de Ejidos Forestales Hermenegildo Galeana, narró que los 16 ejidos que agrupa su organización están dentro del programa Sembrando Vida, lo cual les favoreció para enfrentar los impactos de la pandemia de Covid-19.

“El Gobierno Federal está apoyando con cinco mil pesos mensuales. Son como cinco millones de pesos lo que entra al mes y creo que en ese aspecto nosotros somos afortunados porque fuimos seleccionados en este programa”, explicó Antonio en entrevista con Evlyn.Online.

Pie de foto: Terrenos forestales bajo manejo de Sembrando Vida.
Pie de foto: Terrenos forestales bajo manejo de Sembrando Vida.

PEGA COVI-19 AL SECTOR FORESTAL

Soledad Tlehuactle González, presidenta de la Asociación de Silvicultores de la Sierra de Zongolica que agrupa a 5 ejidos, explicó que las comunidades forestales sí resintieron los efectos de la pandemia de Covid-19 porque limitó la venta de productos maderables.

“Este año fue muy difícil para todos, pero más para los madereros porque la mayoría de nuestros socios saca su madera, hace sus muebles, se van a venderlos a Ciudad del Carmen, a Guadalajara, a la Ciudad de México, pero ahora por las cuestiones de la pandemia, hubo mucha reducción en la venta. De hecho, hubo muchos que ya nos les dejaron poner su puesto en donde siempre se ponen yo creo que sí fue una reducción del 50 por ciento porque la mayoría sale a vender sus muebles afuera de esta zona”, compartió en entrevista con Evlyn. Online

Pie de foto: Cargando la madera para llevarla al aserradero.
Pie de foto: Cargando la madera para llevarla al aserradero.

Además de no contar con los apoyos que tradicionalmente les otorgaba la Conafor, las comunidades forestales también resintieron la ausencia de visitantes a las zonas turísticas.

“El apoyo que siempre estaba destinado al sector forestal es un desafío porque era un apoyo que se complementaba con el trabajo que realiza cada uno de los silvicultores, sin embargo, ahora tenemos que enfrentarlo solos y lo que nos ayuda en algunas zonas es la visita de gente que viene de fuera y si les interesa algún mueble, se lo llevan. Pero este año con la pandemia no se permitió la entrada de gente ajena a esta zona”, agregó Soledad.

Pie de foto: Corte de la madera para su transformación.
Pie de foto: Corte de la madera para su transformación.
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