Baja California. Lejos de que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) fortalezca la procuración de justicia ambiental, su función se está diluyendo con los criterios de austeridad impuestos por el Gobierno Federal los cuales, a partir del 1 de octubre, derivarán en el cierre de las oficinas en Tijuana y Ensenada, señalaron expertos.
La Profepa hizo oficial el cierre de sus oficinas en Tijuana y Ensenada a través de un Acuerdo publicado este 29 de septiembre en el Diario Oficial de la Federación (DOF) argumentando que la decisión se apega a los criterios de austeridad. Ahora, los trámites que se hacían en ambas oficinas deberán realizarse en el municipio de Mexicali.
Desde hace un par de meses la organización civil Terra Peninsular reunió más de 27 mil firmas para tratar de evitar el cierre definitivo de las oficinas de Profepa en Tijuana y Ensenada tras advertir que esta decisión, implicaría diversas complicaciones en la procuración de justicia.
Por ejemplo, señaló que, si una persona en Bahía de los Ángeles necesita levantar una denuncia ambiental, tendrá que viajar aproximadamente ocho horas para ingresar su denuncia en la ventanilla de Mexicali.
Otro ejemplo que expuso Terra Peninsular fue que, en caso de que se registre una emergencia ambiental que se deba atender al sur del Estado a la brevedad, las ocho horas o más de traslado que tomaría al personal de Profepa pueden suponer un gran riesgo para los recursos naturales.
El cierre de las oficinas en Tijuana y Ensenada señaló que impactará en más de 50 mil kilómetros cuadrados de Áreas Naturales Protegidas (ANP´s) que son hábitats estratégicos para especies como la Vaquita Marina, la ballena gris y el berrendo.
Gustavo Alanís Ortega, director ejecutivo del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), anticipó que, al reducir la capacidad operativa de la Profepa en Baja California, se vulnera a especies como la vaquita marina y la totoaba, y se crean condiciones para que se eleven los delitos ambientales.
Además, enfatizó que con esta decisión se diluye la misión de la Profepa como Procuraduría de Justicia Ambiental.
“Creo que se está diluyendo cada vez más (Profepa). Hay poca presencia, hay poca capacidad operativa, hay menos inspectores, hay menos presupuesto. Igual que una velita se va apagando, eso es lo que le está pasando a la Profepa porque no son una prioridad para el Gobierno Federal entonces, se está quedando rezagada porque parece que en México no hay interés del cumplimiento de la legislación ambiental”, expresó en entrevista con Evlyn.Online
Debido a las dimensiones de Baja California, recalcó que es difícil asegurar el cumplimiento de la legislación ambiental desde Mexicali.
“Quien sale perdiendo es la legalidad, el estado de derecho y es alentar a que cada quien haga lo que quiera y no le va a pasar nada porque no hay presencia de la autoridad. Es un Estado con dimensiones considerables y si crees que, desde Mexicali, por ejemplo, se va a poder asegurar el cumplimiento a la legislación ambiental, eso no va a suceder”, agregó.
Si la Profepa va continuar cerrando oficinas en los Estados, el director ejecutivo de Cemda propuso que al menos firme convenios con los gobiernos estatales para transferirles atribuciones para que lleven a cabo actos de autoridad en apego a los artículos 11 y 12 de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA).
Por su parte Alejandro Olivera, representante en México del Centro para la Diversidad Biológica (CDB), explicó que es inoperante para quienes viven en Ensenada viajar a Mexicali para poner una denuncia o realizar un trámite ante Profepa.
Con el cierre de las oficinas en Ensenada y Tijuana, continuó, se limitan las acciones de vigilancia para frenar el tráfico de totoaba, una de las especies más demandadas por los traficantes para luego ofrecerla ilegalmente en el mercado internacional.
“Esto es un reflejo del desmantelamiento de la Procuraduría que inició al inicio de esta Administración Federal con el recorte de personal e inspectores. El año pasado no tuvieron ni vehículos, ni gasolina, estuvieron mucho tiempo sin oficinas y con recursos muy limitados para los inspectores y con esto se limita más la inspección de la Profepa en temas como el tráfico de totoaba”, agregó Alejandro en entrevista con Evlyn.Online
El representante del CDB en México urgió a que la Profepa se transforme en un órgano autónomo y con presupuesto propio para que pueda consolidarse como una institución sólida de procuración de justicia ambiental.