Cuernavaca, Morelos. Las constantes descargas de agua con color que realiza la industria textil en ríos y lagos están afectando la biótica acuática y la calidad de los suelos por ello, se busca ordenar este sector incorporando el parámetro “color del agua” en la reciente actualización de la Norma Oficial Mexicana (NOM-001 Semarnat-2021).
Durante el seminario “Hacia una mejor calidad de los Cuerpos de Agua”, Norma Ramírez Salinas, coordinadora de Tratamiento y Calidad del Agua del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) evidenció que la industria textilera es uno de los sectores más contaminantes.
Un ejemplo ocurrió el pasado 31 de mayo cuando tiñó de rojo la Barranca de Chapultepec en Cuernavaca derivado de una descarga de la industria textil sobre este cuerpo de agua.
Esta problemática es una constante en las zonas textileras del país e incluso, explicó que el IMTA tiene evidencia de que la industria textil está contratando servicios de teñido en domicilios particulares para evitar conjuntar todo el color en una sola descarga.
“Actualmente se está viendo que ya no conjuntan todo en un solo lugar sino ahora están contratando a diferentes personas que los apoyen en diferentes casas, y ¿qué es lo que hacen?, están distribuyendo toda la contaminación y ya le va a quedar a esta empresa una mejor contaminación, pero finalmente se está haciendo de esta manera y pues la contaminación que está haciendo es la misma”, señaló.
Los efluentes con colorantes textiles, advirtió que no solo causan daños estéticos en los cuerpos de agua, también impiden la penetración de la luz, lo que conduce a una reducción de la tasa de fotosíntesis y de los niveles de oxígeno disuelto, por lo tanto, genera una gran afectación a la biótica acuática.
Además, señaló que los componentes de los tintes textiles actúan como agentes tóxicos, mutagénicos y carcinogénicos. También persisten como contaminantes ambientales y atraviesan cadenas alimenticias completas proporcionando biomagnificación.
“Entre el 15 y 50 por ciento de los colorantes textiles de tipo ´azo´, no se unen al tejido durante el proceso de teñido y se liberan en las aguas residuales que se utilizan habitualmente en los países en desarrollo para el riego en la agricultura. El uso de estos compuestos azoicos es negativo para las comunidades microbianas del suelo y para la germinación y el crecimiento de las plantas”, recalcó Ramírez Salinas.
La coordinadora de Tratamiento y Calidad del Agua del IMTA explicó que esta problemática puede revertirse a través del parámetro de medición denominado color verdadero y el cual quedó establecido en la actualización de la NOM-001 Semarnat-2021.
En la Norma recientemente actualizada se propone emplear el método de coeficientes de absorción espectrales que permite medir la presencia de color verdadero y solo aparente.
Aunque en la medición de color en aguas residuales se emplea la escala platino-cobalto para la detección de colores de la paleta amarillo-café, destacó que no es un método efectivo para la medición de color en tonalidades azul, rojo, púrpura, negro y muchos otros que se utilizan en la industria textil y otros giros.
Se requiere, dijo, la aplicación de un método analítico confiable que se pueda aplicar a una paleta distinta a la que es medible con la escala platino-cobalto.
Cabe destacar que en la actualización de la NOM-001 Semarnat-2021 también se incorpora el concepto de la demanda química de oxígeno y la toxicidad del agua.