Si la Presidenta Claudia Sheinbaum marcó diferencia con el gobierno anterior al poner énfasis en los proyectos de energías renovables, la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales lo hizo al priorizar la restauración ambiental y asumir que el cambio climático es un desafío complejo a nivel local y global

Dinámica, estimulante y alentadora. Así ha sido la llegada de Alicia Isabel Adriana Bárcena Ibarra, mejor conocida como “Alicia Bárcena”, de 72 años, a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). En la primera semana como responsable de la política ambiental del país ya reorientó a una Secretaría que venía en franco declive.

Primero, apostó por una comunicación más fluida y directa no solo en lo interno sino también al exterior. Segundo, comprometió su militancia en la apuesta por edificar una política ecológica y ambiental humanista que resguarde la sostenibilidad. Tercero, presentó de manera inmediata a su equipo de trabajo más cercano. Estos tres aspectos arrojaron señales esperanzadoras entre actores clave del sector ambiental como defensores, activistas y víctimas de impactos ambientales pendientes de mitigar en distintas regiones del país.

El perfil del equipo que la acompañará en lo que ella misma definió como una “nueva etapa de la Semarnat” cuenta con el aval que concede la propia trayectoria a cada uno de los funcionarios públicos recién nombrados en sus distintas tareas, a excepción de Mariana Boy Tamborrell cuyo vínculo con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y la manera en la que administró la Zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat) durante el Gobierno del ex Presidente Enrique Peña Nieto, genera más desconfianzas que certezas sobre su desempeño ahora como Procuradora Federal de Protección al Ambiente (Profepa)

Otro nombramiento que no termina de convencer a los expertos en gestión hídrica es el de Efraín Morales López al frente de la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Quienes saben, aseguran que en esta área es fundamental un perfil más técnico para enfrentar la presión demográfica y su impacto en los recursos hídricos en medio de una crisis que se agudiza por fenómenos climáticos cada vez más extremos.

Pero con todo y los nombramientos que pueden ser cuestionables, el humanismo ecológico y ambiental de Alicia Bárcena ya arrancó. Y si la Presidenta Claudia Sheinbaum marcó diferencia con el gobierno anterior al poner énfasis en los proyectos de energías renovables, la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales lo hizo al priorizar la restauración ambiental y asumir que el cambio climático es un desafío complejo a nivel local y global.

A diferencia del Tren Maya impulsado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador y avalado por la ex titular de la Semarnat, María Luisa Albores, con violaciones al procedimiento de impacto ambiental; la nueva Administración anunció que el Tren México-Pachuca contempla un programa de restauración desde su diseño y construcción.

Ya anticipó que no se va a pelear con el desarrollo, pero tiene entre sus principios la convicción de desterrar el paradigma neoliberal extractivista y generador de desigualdades por ello, será fundamental que Alicia Bárcena no incurra en complacencias a proyectos gubernamentales por encima del patrimonio natural de los mexicanos. Ese camino ya se transitó y los resultados no son alentadores.

A partir de este lunes, Contrarreloj se publicará cada semana como una columna de opinión en www.evlyn.online que invita a la reflexión sobre la agenda ambiental.

Nos leemos el próximo lunes.