Este Corredor Biocultural Gran Selva Maya se proyecta como el más grande del mundo conectando 50 Áreas Naturales Protegidas de México, Guatemala y Belice, y consolidándose como una herramienta para la adaptación al cambio climático, ya que promueve la conectividad ecológica, la conservación de la biodiversidad y la resiliencia de los ecosistemas.

Calakmul,Campeche. México, Guatemala y Belice, concretaron un acuerdo trilateral histórico en cooperación ambiental para mitigar los efectos del cambio climático: proteger 5.7 millones de hectáreas de la selva maya con la creación del corredor biocultural más grande del mundo.

Se trata del Corredor Biocultural de la Gran Selva Maya cuyo objetivo es proteger la selva tropical más grande de Mesoamérica y la segunda más extensa de América por considerar que, su preservación, es estratégica para enfrentar la crisis climática, regular el ciclo del agua y conservar la biodiversidad regional.

Este Corredor-que conecta ecosistemas de los tres países en un área alargada manteniendo los procesos biológicos-está integrado por 11 Áreas Naturales Protegidas de Belice, 27 de Guatemala y 12 de México, entre las que destacan: en México la Reserva de la Biosfera Calakmul y Área de Protección de Flora y Fauna Balam Kú, en Guatemala el Parque Nacional Mirador-Río Azul y Biotopo Dos Lagunas, y en Belice: Área de Conservación y Manejo Río Bravo y Área Natural Protegida Aguas Turbias.

Las comunidades indígenas y afrodescendientes serán los principales responsables de preservar los servicios ambientales de los ecosistemas con apoyo de académicos y el sector privado.

Entre las acciones de cooperación ambiental trilateral se establece: compartir información, tecnología y entrenamiento en materia de manejo integrado del fuego, tala ilegal, deforestación; gestionar el aprovechamiento de los bienes maderables y no maderables de las selvas de manera inclusiva en favor de las comunidades habitantes.

“Debemos sentirnos orgullosos de poder decirle al mundo: juntamos nuestra voluntad para preservar y restaurar el legado de esta riqueza biológica y cultural extraordinaria. El acuerdo de hoy es histórico, es hermoso. Gracias Presidente Arévalo, gracias primer ministro Briseño. ¡Que viva Belice! ¡Que viva Guatemala! ¡Y que viva México!”, resaltó la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, durante la firma del acuerdo trilateral con sus homólogos de Guatemala, Bernardo Arévalo de León; y de Belice, John Antonio Briceño.

 

La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) informó que la gran reserva trinacional beneficiará alrededor de 7 mil especies, 200 en categoría de riesgo, 50 prioritarias y 250 endémicas de México.

Además, garantizará la continuidad ecológica de los ecosistemas característicos de la Península de Yucatán, como las selvas tropicales bajas, medianas y altas, los petenes y los manglares. Esta conectividad será clave para la protección de especies emblemáticas como el jaguar, el tapir, el mono araña y el quetzal.

Mediante la declaración conjunta entre México, Guatemala y Belice, se reconoce a las culturas vivas

de la zona, las comunidades indígenas mayas y afrodescendientes, como cuidadoras de la naturaleza, sin las cuales no se podría preservar los ecosistemas y frenar amenazas como la tala ilegal, la contaminación ambiental y los incendios, por lo que se promueve su participación.

Para reconocer y agradecer a quienes contribuyan al aprovechamiento sostenible y protección de sus especies y ecosistemas, a partir del año 2026, el 15 de agosto se conmemorará el “Día de la Gran Selva Maya” y se establecerá el reconocimiento al “Mérito a la Conservación de la Gran Selva Maya”.

Las autoridades designadas para la coordinación e instrumentación del Corredor Biocultural son por el gobierno mexicano, la Semarnat a través de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp); por el Gobierno de la República de Guatemala, al Consejo Nacional de Áreas Protegidas; y por el Gobierno de Belice, al Ministerio de Desarrollo Sostenible.

Además, la Presidenta Claudia Sheinbaum informó que el Gobierno de México pasará a la segunda fase del programa Sembrando Vida en regiones de Guatemala y Belice como una forma concreta de cooperación que impulse el desarrollo rural, proteja a los ecosistemas y mejore las condiciones de vida de las y los habitantes de la zona: regenerando suelos, recuperando la cobertura forestal donde se ha degradado, fomentando la autosuficiencia alimentaria y elevando el bienestar de las comunidades.

El Presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, aseguró que el acuerdo protege un patrimonio invaluable e impulsa un modelo sostenible de desarrollo que genera bienestar para las comunidades de los tres países.

“Poseemos los tres países en esta selva inmensa, un inmenso patrimonio y en consecuencia tenemos una inmensa responsabilidad en la que hoy Guatemala, México y Belice, nuestros tres gobiernos, damos un paso al frente porque protegiendo la Gran Selva Maya, protegemos la vida y a la diversidad y honramos la historia para proteger el futuro”, agregó.

El primer ministro de Belice, John Antonio Briceño, destacó que este acuerdo es un puente hacia el futuro y una semilla permanente de la cooperación entre las tres naciones, además invitó al mundo a sumarse a la visión de que la protección ambiental y el respeto cultural sean universales.

“No solo estamos protegiendo un ecosistema, sino también, honrando el legado de la civilización que una vez floreció en estos territorios. México, Guatemala y Belice, demuestran una vez más que nuestras fronteras políticas no dividen, sino que unen esfuerzos para preservar uno de los últimos pulmones del planeta y la herencia viva de los pueblos maya”, destacó.

Los corredores biológicos contribuyen a mitigar los efectos del cambio climático porque actúan como puentes, permitiendo que las especies se muevan hacia nuevas áreas y evitando su extinción a medida que las temperaturas aumentan.

Al mantener la conectividad y la diversidad, los ecosistemas se vuelven más resistentes a los impactos del cambio climático, como sequías, inundaciones y cambios en la temperatura.

 

INSTALARÁN GRUPO TRINACIONAL DE APOYO AL CORREDOR BIOCULTURAL GRAN SELVA MAYA

La organización mundial de conservación ambiental WWF celebró el acuerdo histórico entre México, Guatemala y Belice para proteger el bosque tropical más extenso de Mesoamérica y destacó la instalación del Grupo Trinacional de Apoyo que movilizará fondos para la implementación de la iniciativa.

Primero, se conformará el Consejo de Autoridades de Áreas Protegidas, que se encargará de diseñar un Plan de Acción, un plan de inversiones, y presentará informes trianuales.

Enseguida, el Consejo establecerá un Grupo Trinacional de Apoyo al Corredor Biocultural Gran SelvaMaya, integrado por sectores académicos, privados, sociales y ambientales, con el fin de movilizar y gestionar recursos nacionales e internacionales a favor de la conservación.

WWF reiteró su disposición de continuar colaborando con la conservación de la selva maya en Belice, Guatemala y México, y contribuir al plan de acción que se desarrolle para implementar esta declaratoria.

“La Selva Maya une a nuestros países no solo de manera geográfica, sino también cultural, social, ambiental y económica, esta Declaración nos llena de orgullo y llega en el momento más adecuado, motivándonos a seguir impulsando nuestros esfuerzos de protección al hábitat del jaguar, los bosques de manglares, las áreas protegidas y toda la herencia maya expresada en sus actividades productivas ancestrales”, expresó María José Villanueva, directora general de WWF México.

Óscar Rojas, director de Conservación de WWF Mesoamérica, indicó:

“Aplaudimos la decisión de los mandatarios de los tres países custodios de la Gran Selva Maya de imprimirle este renovado impulso a los esfuerzos de salvaguardar esta maravilla natural y cultural de importancia global, y de orientar su desarrollo por una senda de conservación, buena gobernanza e inclusión local, lo que permitirá alcanzar un futuro más próspero y sostenible para las personas y la naturaleza”.

IMPORTANCIA DE LA SELVA MAYA

Distintos ecosistemas están distribuidos en la Selva Maya, desde las selvas húmedas de Petén en  Guatemala hasta las selvas secas al norte de la Península de Yucatán en México. Estos ecosistemas mantienen una importante función en términos de producción de agua y mantenimiento de la conectividad paisajística, ya que los múltiples corredores ecológicos permiten la movilidad entre organismos y especies, así como la funcionalidad del ecosistema en su conjunto.

Cuenta con una población de aproximadamente dos millones de personas de diversidad étnica y cultural, ubicadas alrededor de las áreas protegidas. Aunque diversos, los pueblos que la habitan dependen de los mismos recursos naturales. Para asegurar su existencia y la su población a largo plazo, es necesario establecer un uso sustentable de la naturaleza y una cooperación intercultural.

Vista panorámica de la selva maya. Crédito: Semarnat
Vista panorámica de la selva maya. Crédito: Semarnat

 

UNO DE LOS PRINCIPALES FRENTES DE DEFORESTACIÓN MUNDIAL

Un reciente estudio publicado por WWF sobre los 24 principales frentes de deforestación en el mundo, identificó a la selva maya como parte de este grupo. La selva maya, uno de los bosques tropicales más grandes de América, proporciona importantes servicios ambientales, incluido el secuestro de carbono y biodiversidad y recursos forestales vitales para las comunidades rurales.

Mientras esta región ha sido objeto de deforestación durante mucho tiempo, las fronteras de la pérdida de bosques han cambiado. En la última década, la deforestación se ha desplazado del sur al noroeste de Petén (Guatemala), y ha avanzado cada vez más sobre el noreste de Campeche y el sur de Quintana Roo (México). Los impulsores de la deforestación también han cambiado. Si la ganadería y la tala y quema fueron los principales impulsores en el pasado, la expansión urbana y la agricultura (a pequeña escala, pero especialmente a gran escala) juega ahora un papel cada vez más importante.