Una gran pérdida de la biodiversidad ocurre cuando el fuego se propaga en los ecosistemas forestales, dejando bosques irreparablemente alterados.
Este 2024, Senén Díaz Altamirano, jefe de la brigada de combatientes de San Juan Lajarcia perteneciente al distrito de Yautepec en Oaxaca, combatió incendios forestales más largos y agresivos.
“Fueron incendios que rápido se extendieron. Entiendo que es por el calentamiento global y el tiempo tiene que ver mucho. Pienso que tuvo que ver mucho que no llovió. Al no llover se secó mucho la vegetación y eso ocasionó que muchos incendios crecieran rápidos y fueran muy extensos. A mí me tocaron como dos o tres incendios fuertes en un pueblo que se llama La Victoria por Los Mijes ese incendio fue muy fuerte y riesgoso” declaró Senén para evlyn.online (Enfrentan combatientes incendios más largos y agresivos)
El balance de la más reciente temporada de incendios forestales que hizo el jefe de brigada con más de 14 años de experiencia, coincide con lo que advierte el informe “Planeta Vivo 2024” presentado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés) y cual alerta que la naturaleza se está perdiendo de manera acelerada con enormes consecuencias para la sociedad.
En los últimos 50 años (1970-2020), explica que el tamaño medio de las poblaciones de fauna silvestre analizadas se ha reducido en un 73 por ciento, según las mediciones del Índice Planeta Vivo (IPV). Esto se basa en el seguimiento de casi 35 mil tendencias poblacionales de 5 mil 495 especies de anfibios, aves, peces, mamíferos y reptiles. Las poblaciones de especies de agua dulce son las que han sufrido el mayor declive, con una caída del 85 por ciento, seguidas de las terrestres 69 por ciento y las marinas 56 por ciento.
Pero justamente una gran pérdida de la biodiversidad ocurre cuando el fuego se propaga en los ecosistemas forestales, dejando bosques irreparablemente alterados.
Según el informe, las temporadas de incendios son cada vez más largas y con eventos más extremos. En los últimos años se han producido catástrofes en casi todas las regiones, desde los trópicos hasta el Círculo Polar Ártico.
Megaincendios de una intensidad y extensión sin precedentes en la historia reciente son cada vez más habituales en todo el planeta a medida que la degradación de los ecosistemas, combinada con los cambios inducidos por el clima en las precipitaciones, el calor, la sequía, las infestaciones de plagas y las especies invasoras, propulsa los ecosistemas hacia un nuevo estado que se caracteriza por la pérdida de las funciones ecosistémicas, concluye.
Por ejemplo, la ferocidad de los incendios forestales puede ocasionar la pérdida de la capacidad que tiene un bosque para retener agua o almacenar carbono pero también afecta los beneficios que las personas obtienen de estos ecosistemas como madera, filtración hídrica, aire limpio, estabilización del clima, producción de alimentos e incluso como espacios recreativos.
Siendo México un país de vocación forestal y al mismo tiempo vulnerable a los incendios forestales, el gobierno mexicano no puede ser indiferente al llamado urgente que hace “Planeta Vivo 2024” para implementar esfuerzos de conservación más eficaces.
Una medida contundente que se propone es ampliar, mejorar, conectar y financiar adecuadamente el sistema nacional de Áreas Naturales Protegidas respetando los derechos y las necesidades de las comunidades, también se sugiere apostar por una transformación del sistema alimentario para optimizar de forma sostenible el rendimiento de los cultivos y la ganadería al mismo tiempo que se reduce la pérdida de alimentos, así como transformar el sistema energético para que el acceso a la energía limpia sea más rápido y equitativo. Finalmente, se propone transformar el sistema financiero para incluir esquemas de financiación verde que implican movilizar fondos a gran escala para enfrentar el cambio climático y alinear los sistemas financieros para alcanzar objetivos de desarrollo sostenible.
Cuando el fuego amenaza la biodiversidad de un país megadiverso como México, vale la pena repensar el esquema financiero y valorar mecanismos que garanticen la preservación de los ecosistemas forestales, sus servicios ambientales y por supuesto, mejores condiciones laborales para quienes, como Senén, están en la primera fila en el combate al fuego forestal.
Este 21 de octubre y hasta el próximo 1 de noviembre se lleva a cabo en Cali, Colombia, la edición 16 de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad ( mejor conocida como COP16), una oportunidad para que México retome su liderazgo en la región e impulse un nuevo modelo de convivencia entre el medio ambiente y su modelo económico.