Las Vigas de Ramírez, Veracruz. En el rancho silvícola “La Yerbabuena”, ubicado en este municipio y donde Sandra Elena Fernández Marín es productora forestal, hay ladrones de árboles de navidad. En años anteriores se han robado hasta 4 mil, pero este 2021, el robo se redujo a mil 500 pinos.
“Todos los ranchos somos presa del robo de árboles de navidad en estas fechas y no ha habido por parte de Profepa, de Semarnat o de Conafor apoyo para blindar los ranchos silvícolas. Vemos que en las carreteras hay venta de árboles y muchos de esos árboles son robados. En nuestro caso yo creo que se roban unos 4 mil árboles y este año disminuyó a mil 500, afortunadamente fue menor que el año pasado”, afirma en entrevista con Evlyn.Online
La Comisión Nacional Forestal (Conafor) estima que, anualmente, en el país se compran un millón de árboles de navidad naturales de los cuales, el 45 por ciento se producen en México y el 55 por ciento se importa de Estados Unidos y Canadá.
Pese a que México es un país de vocación forestal, carece de un mercado consolidado de árboles de navidad en gran medida, según testimonios de los productores forestales, debido a cuatro obstáculos: el robo que abre paso a un mercado ilegal, la falta de incentivos de la Conafor para consolidar una cadena de valor a nivel nacional que le compita a la importación, la ausencia de un mecanismo que asegure la semilla y el germoplasma que se requiere cada año para la siembra, y la ignorancia de quienes afirman que comprar un árbol natural es deforestación que daña al medio ambiente.
Pero esos cuatro obstáculos que Sandra conoce bien, ya los derribó. Ella es representante legal de la Cadena Productiva Navigueña que agrupa a 18 ranchos silvícolas forestales localizados en el municipio veracruzano Las Villas de Ramírez. Todos producen árboles de navidad y este año, por primera vez, viven un boom en sus ventas.
La Cadena Productiva Navigueña se conformó en 2017, cuando obtuvieron apoyo de la Conafor.
“Este 2021 fue nuestro boom porque nos dimos a conocer a nivel estatal. Hicimos la apertura para el primer corte del árbol de navidad, solicitamos apoyo para la difusión en cuestión turística, nos dirigimos al municipio de Las Vigas de Ramírez el cual también nos apoyó bastante con el hecho de difundir la Cadena Productiva.
Sin embargo, sí hay cosas que tenemos que seguir trabajando. Por ejemplo, competir con los ranchos que ya son muy grandes y que están produciendo miles de árboles de navidad anuales y competir con las trasnacionales. La idea es que poco a poco se vaya contagiando a los agricultores de esta práctica silvícola y que más tierras destinadas al maíz se conviertan en silvícolas y de esta manera combatir la importación de árboles de navidad”, comenta.
Sandra tiene 10 años cultivando árboles de navidad, heredó el oficio de su padre.
Cuando tenía 12 años, acompañó a su papá a sembrar pinos de oyamel en una nueva zona de su rancho. Allí aprendió a planear la plantación y ejecutó cada una de las maniobras que se requieren en el cultivo.
Su adolescencia se cuenta entre plantaciones forestales. Rotando pinos, sembrando, haciendo podas o fumigando.
“Yo le agradezco a mi padre que nunca me vio como una persona débil. Siempre me involucró en el rancho y así como yo agarraba el azadón y hacía el cajete, también podaba con tijera, con machete, y también fumigaba. Mi primer sembradío yo lo fumigué con bomba a la espalda y caminando en medio”, recuerda.
Las plantaciones forestales comerciales de árboles de navidad son agronegocios que requieren una inversión financiera a largo plazo, ya que por las características de crecimiento de las especies que se utilizan y las prácticas de manejo necesarias para producirlos, estos proyectos generan utilidades a partir del séptimo año después de su establecimiento. Tras los primeros ingresos, se vuelven rentables y auto sostenibles para continuar con los siguientes ciclos de producción.
“A lo largo de estos 7 años se experimentan muchas emociones, incluso de querer desistir del proyecto. La silvicultura es un proceso económico, pero también muy emocional. Despierta el amor a la naturaleza y es adictivo estar con los árboles”, comparte.
Precisamente por la inversión que se requiere para consolidar este tipo de proyectos forestales, Sandra resintió los recortes de presupuesto de la Conafor que se han agudizado en la Administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador y que, en su caso, se han traducido en menores apoyos económicos.
“Sí hemos resentido los recortes porque ya no hay apoyos por asociación. Ahora solo hay apoyos individuales y eso es un aspecto que nos afectó por dos años. El año pasado se abrieron las convocatorias, se solicitaron apoyos y hubo compañeros beneficiados.
Pero, además, la necesidad principal que tenemos es el apoyo con germoplasma y semilla, es de lo que más carecemos. Yo creo que Conafor junto con Semarnat tiene que trabajar en ese sentido para que sea más fácil resembrar porque, al ser plantaciones planificadas, tenemos que estar sembrando cada año. No podemos darnos el lujo de no sembrar porque estaríamos en contra del plan sustentable de estos ranchos”, explica.
Otro reto importante, dice, es combatir la venta ilegal.
“Consideramos que podría haber una regulación en ese aspecto. Hace muchos años, Conafor brindaba la etiqueta con la que se forraba el árbol de navidad legal. Actualmente cada rancho hace su etiqueta y pienso que eso ha facilitado la venta ilegal a las personas que les gusta lo ajeno”, apunta.
En los 18 ranchos que Sandra representa, este año se pusieron a la venta 30 mil árboles de navidad con alturas desde 1.5 hasta 3 metros.
La mayoría de sus compradores acuden directamente a los ranchos para elegir su árbol y aunque cada vez crece más el mercado local, todavía hay quienes afirman que comprar un árbol artificial es mejor para el medio ambiente por eso, ella insiste en la importancia de realizar una campaña nacional de difusión que acabe con ese mito.
“Un árbol artificial está perjudicando 100 por ciento más al medio ambiente. El árbol artificial desde que se genera es plástico, se tarda alrededor de 400 años en desintegrarse. Por otra parte, ¿por qué comprar un árbol natural? Porque estoy asegurándome de que se están generando hábitats artificiales para la flora y la fauna del lugar. Una hectárea de árboles de navidad está generando el oxígeno para 36 personas anualmente y estamos bajando el calentamiento global con la captación del dióxido de carbono, estamos generando oxígeno y captando agua para los mantos acuíferos”, enfatiza.
Los ranchos donde se instalan las plantaciones comerciales de árboles de navidad, originalmente eran terrenos sin cobertura forestal. En estos predios, los poseedores de las parcelas realizan un aprovechamiento continuo de los recursos forestales, pues al momento en que se aprovecha un árbol, en la siguiente temporada de lluvia, de esta forma es un recurso que se aprovecha en forma sustentable.
El manejo de una plantación forestal comercial de árboles de navidad implica una serie de prácticas agronómicas, silvícolas y fitosanitarias.
“Desde de que se siembra un árbol en suelo hasta que se corta, pasan de 5 a 7 años, en ese tiempo no hay ganancia. En el proceso lo que se usa es sembrar el árbol, darle fertilización. Cerca de Las Vigas de Ramírez se produce el champiñón y nosotros utilizamos esa basura del champiñón para abonar los árboles y que crezcan más rápido.
También se les hacen varios cortes anuales. Se les llaman podas. Cuando el cliente va al rancho observa árboles más estéticos, pero porque llevan un tiempo de cuidado. También se les da su apoyo para las plagas como es el piojo, la gallina ciega, se tienen que estar combatiendo para que el árbol no muera. También combatimos la tuza que es un roedor de campo que afecta al árbol”, añade.
El liderazgo de Sandra y su lucha por derribar obstáculos en el sector forestal, ha sido clave para que los 18 ranchos silvícolas que conforman la Cadena Productiva Navigueña diversifiquen sus productos y ahora también ofrezcan actividades como renta de cabañas, gotcha y cultivo de manzana, que les permiten atraer clientes todo el año y no solo en la temporada de decembrina.
Sandra está lista para conquistar su siguiente sueño: atraer más visitantes a los 18 ranchos y competir más agresivamente con el mercado de importación de árboles de navidad con sus propios cultivos del pino Douglas fir, la especie más importada al país.
“AL GOBIERNO NO LE HA INTERESADO DESARROLLAR EL CULTIVO DE ÁRBOLES DE NAVIDAD”
Zacapu, Michoacán. Xicoténcatl García Ordaz es productor forestal de árboles de navidad en este municipio y actualmente dirige la empresa Bosque Montaña que esta temporada decembrina puso a la venta 2 mil pinos de las especies Ayacahuite y Douglas fir.
“Tenemos puntos de venta en Morelia, Zacapu, Uruapan y en La Piedad. Pero ya son los últimos árboles que tenemos, estamos ya casi al final de la temporada”, comparte en entrevista con Evlyn.Online
Sus inicios en las plantaciones comerciales se remontan 15 años atrás cuando, derivado de un proyecto universitario, se decidió a incursionar en la producción de árboles de navidad.
Pero en su experiencia, dice, no hay interés del Gobierno mexicano por desarrollar una cadena de valor a nivel nacional que le compita a la importación de árboles de navidad que cada año llegan de Estados Unidos y Canadá.
“Ni a Conafor ni al Gobierno de México le ha interesado desarrollar el cultivo de árboles de navidad para ser autosuficientes y que el mercado nacional sea abastecido al 100 por ciento por árboles nacionales para que no sea necesario la importación. Para que se pueda comprender mejor, estamos en pañales comparado con la producción y tecnificación que tienen en Estados Unidos y así es muy complicado hacerlo cada empresario desde nuestra trinchera”, señala.
En su opinión, el país sí podría ser autosuficiente en la producción de árboles de navidad.
“Necesitamos dos cosas: producir árbol de calidad y producir el árbol que el mercado demanda y me refiero al Douglas fir, necesitamos eso para estar en las grandes ligas y competir con el mercado de importación y sí se podría hacer si nos sentamos con ingenieros y con empresarios para hacer un plan a 10 o 20 años”, expone.
Como productor forestal con visión, Xicoténcatl propone que se fomente un trabajo coordinado entre iniciativa privada y gobierno para desarrollar un plan de producción con rendimientos para las siguientes dos décadas.
“Yo les he externado a las autoridades incluso de aquí del Estado que no soy partidario de que nos den recursos, sino que en conjunto podamos diseñar algo que tenga más impactos tanto económicos como ambientales y de mercado.
Se requiere un trabajo coordinado entre Gobierno e iniciativa privada y es un trabajo de 10 a 20 años para que podamos lograr ser autosuficientes, pero desgraciadamente los apoyos que dan son para árboles que no tiene mercado en el país. El árbol que tiene mercado es el Douglas fir, es uno de los que más se importan, es un 80 por ciento del árbol que ingresa al país y sí lo podríamos cultivar aquí, pero no tenemos la capacidad ni el conocimiento. Somos pocos los productores que hemos estado buscando producir ese árbol, pero hacer el trabajo solo, es muy complicado”, agrega.
La preparación del sitio de plantación, es una de las labores más costosas, pero también más necesarias para lograr una buena supervivencia y el desarrollo de los árboles de navidad.
Sin embargo, Xicoténcatl ha tenido que lidiar con la sequía en sitio de plantación a consecuencia del cambio de uso de suelo en las parcelas que cultivan aguacate.
“Tenemos sequía por el cambio de uso de suelo de las zonas aledañas derivado del cultivo de aguacate. Incluso estamos buscando emigrar la plantación a otro terreno donde haya mejores condiciones ambientales”, comparte.
En sus esfuerzos por incursionar en el mercado nacional con árbol de calidad y competirle a la importación, él ya busca mejorar sus cultivos de árbol de navidad de las especies Douglas fir porque su sueño empresarial es que sus árboles sean los que adornen más hogares mexicanos.
“CADA VEZ HAY MAYOR OFERTA DE PRODUCTORES MEXICANOS”
Diego Montiel Oscura, subgerente de Fomento a Plantaciones Forestales de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), admite que los recortes presupuestales han impactado al sector, pero asegura que todos proyectos de árboles de navidad han sido apoyados.
“Si bien ha habido una disminución generalizada del presupuesto, siempre procuramos que haya una parte destinada al apoyo de los proyectos de árboles de navidad. Hasta ahorita hemos atendido el 100 por ciento de las solicitudes de apoyo, no nos hemos quedado sin atender. En promedio recibimos unas 10 o 15 solicitudes de las cuales, resultan viables entre 7 y 10 para el rubro de árboles de navidad. Este año apoyamos 1.8 hectáreas para árboles de navidad”, plantea en entrevista con Evlyn.Online
De acuerdo con la estadística de la Conafor, en el país se han establecido alrededor de 2 mil 900 hectáreas de plantaciones comerciales de árboles de navidad.
“En el 2021 hay una oferta de alrededor de 300 mil árboles de navidad provenientes de 290 pequeños plantadores que están listos para comercializar árboles de navidad”, agrega Diego.
Estas plantaciones forestales se localizan en el Estado de México, Puebla, Tlaxcala y Veracruz.
Las tres principales especies que se comercializan en el país son los pinos ayacahuite, abeto y abis religiosa u oyamel.
“Nosotros observamos en datos de Profepa y del SAT que hay una tendencia a la baja en la exportación de árboles de navidad y la explicación es que cada vez hay mayor oferta de productores mexicanos que es algo que hace 20 años no existía”, enfatiza.
Diego también considera que México tiene posibilidades para ser autosuficiente en este mercado forestal, pero advierte que los productores no siempre tienen condiciones de inversión a largo plazo.
“El ideal sería que México fuera autosuficiente con la producción de árboles de navidad y afortunadamente el país tiene las condiciones suficientes para lograr este objetivo, sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos institucionales que se han emprendido por parte de Conafor, son proyectos de largo plazo que tienen un largo proceso de inversión. Eso pone a los productores en una situación complicada para desarrollar estos proyectos porque durante un largo periodo, prácticamente no hay ingresos, solo hay inversión. Entonces, es un reto importante que, de alguna manera, ha limitado el desarrollo de los proyectos”, apunta.
Una forma de ampliar un proyecto de inversión en este rubro, dice, es que los bancos abran esquemas de financiamiento a los productores que tienen capacidad para desarrollar una plantación forestal de árboles de navidad.
Los estados de Nuevo León, Durango, Coahuila y Zacatecas, podrían tener condiciones para desarrollar un mercado de árboles de navidad, estima.
“Si bien México tiene una tradición forestal en el manejo de sus bosques, el cultivo como tal en plantaciones es una actividad nueva. Cuando hay plantaciones nuevas son referente para que otros productores se vayan animando y se genera una clase de réplica, de modelos que se pueden ir desarrollando. Principalmente estamos hablando de pequeños productores, otros son ejidatarios o núcleos agrarios”, afirma.
Diego confía en que la próxima convocatoria de la Conafor para apoyar el desarrollo de plantaciones comerciales para árboles de navidad, sea atendida por los productores forestales y así continuar incrementando la oferta de pinos en el mercado nacional.
7 DATOS QUE DEBES SABER DE LOS ÁRBOLES DE NAVIDAD NATURALES
Fuente: Conafor
1.- Los árboles de navidad son plantados premeditadamente para destinarlos a este fin.
2.-No son árboles que se extraen del bosque ya que en el medio ambiente no existen estos arbolitos con esa forma típica cónica.
3.-Se establecen en terrenos que son agropecuarios y que se incorporan al uso forestal mediante el cultivo de árboles de navidad.
4.-Son cultivos de largo plazo ya que la forma cónica de los árboles es resultado de las podas que se aplican a estos arbolitos.
5.-Su cultivo contribuye a mitigar el calentamiento global, a la recarga de acuíferos y a la creación de hábitats artificiales para la supervivencia de la fauna.
6.-Cuando concluye su vida útil, se reciclan convirtiéndose en composta que regresa al medio ambiente.
7.- Cada vez que compras un árbol de navidad natural, favoreces la economía de los productores forestales que esperan hasta 7 años para ver sus ganancias.