Ya sea por sus tallos leñosos o por sus formas estéticas, los árboles urbanos se imponen en las ciudades como un recordatorio de la importancia que tienen para mitigar el cambio climático, filtrar los contaminantes, regular el flujo de agua y servir de hábitat para la biodiversidad urbana.
Valle de Santiago, Guanajuato. Su frondoso follaje hace invisibles las incontables ramas que lo conectan a su grueso tronco y el verde de sus hojas contrasta con el color de los campos de cultivo que lo rodean. Basta detenerse un segundo para maravillarse con la belleza de este árbol que seduce al espectador desde que ingresa a esta ciudad por la carretera Salamanca-Valle de Santiago.
Es un árbol solitario. Fue plantado lejos del resto de los árboles que se aprecian a lo largo de los campos de cultivo y eso le da una ventaja única porque le permite atraer la mirada de quien se dispone a contemplar su forma estética.
Pero lo usual es que nadie los note. Quizá por la prisa de la cotidianidad o porque cada vez más personas transitan por la ciudad con la cabeza agachada viendo el celular, sin embargo, los árboles urbanos conviven en el espacio público con las personas que viven en las ciudades y les ofrecen una variedad de servicios ambientales.
El Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Habitat por sus siglas en inglés) enlista siete beneficios:
- Los árboles desempeñan un papel importante en el aumento de la biodiversidad urbana, proporcionando plantas y animales con un hábitat, alimentos y protección favorables.
- Un árbol maduro puede absorber hasta 150 kilogramos de gases contaminantes por año. Como resultado, los árboles juegan un papel importante en la mitigación del cambio climático. En las ciudades con altos niveles de contaminación, los árboles pueden mejorar la calidad del aire, haciendo que las ciudades sean lugares más saludables para vivir.
- Los árboles grandes son excelentes filtros para contaminantes urbanos y partículas finas como el polvo, la suciedad o el humo del aire atrapándolos en las hojas y la corteza.
- La ubicación estratégica de los árboles en las ciudades puede ayudar a enfriar el aire entre dos y ocho grados centígrados. Por ejemplo, la ubicación correcta de los árboles alrededor de los edificios puede reducir la necesidad de aire acondicionado en un 30 por ciento, y reducir las facturas de calefacción de invierno en un 20-50 por ciento.
- Las investigaciones muestran que vivir cerca de espacios verdes urbanos y tener acceso a ellos puede mejorar la salud física y mental, por ejemplo, al disminuir la presión arterial alta y el estrés. Esto, a su vez, contribuye al bienestar de las comunidades urbanas.
- Los árboles maduros regulan el flujo de agua y desempeñan un papel clave en la prevención de inundaciones y la reducción del riesgo de desastres naturales. Un árbol de hoja perenne maduro, por ejemplo, puede interceptar más de 15 mil litros de agua por año.
- La planificación de paisajes urbanos con árboles puede aumentar el valor de la propiedad hasta en un 20 por ciento, y atraer el turismo y los negocios.
No obstante, las ciudades pierden de manera acelerada su arbolado principalmente por la expansión urbana, plagas, grandes extensiones de terrenos pavimentados, vandalismo y podas clandestinas.
El desafío de las ciudades es mantener un arbolado vigoroso y aplicar políticas públicas para preservarlos en buen estado.