La meta es establecer pautas para la conservación y gestión del hábitat del Flamenco y mejorar la sostenibilidad y resiliencia de la zona costera en el norte de la Península de Yucatán y la región Gran Caribe que incluye a Cuba, Venezuela, Colombia y República Dominicana.
Mérida, Yucatán. Sobre las quietas aguas de una laguna ocurre una reunión de flamencos rosados.
La escena es, por demás, una “extravagancia” como se suele decir cuando se reúnen estas aves en grupo. Mientras unos reposan sobre el agua luciendo su colorido plumaje, otros sumergen su largo pico en busca de algas, camarones u otros insectos que puedan comer. La escena es capturada por Elizandy Serrano y forma parte del Programa de Manejo y Conservación del Flamenco del Caribe y sus hábitats que promueve la Fundación Pedro y Elena Hernández A.C. desde 2015.
Este programa tiene como meta aprovechar la tecnología satelital para gestionar el hábitat del flamenco en toda la zona costera que se extiende desde el norte de la Península de Yucatán hasta los países que conforman la región Gran Caribe (Cuba, Venezuela, Colombia y República Dominicana).
Desde 2017 se han colocado 19 transmisores satelitales en flamencos adultos hoy 4 de estos transmisores siguen activos, con avances significativos en el seguimiento de sus movimientos.
Se ha observado que estas aves pueden volar hasta 500 kilómetros en una noche, alcanzando lugares tan lejanos como las costas del Pinar del Río y Matanzas en Cuba.
Además, se ha mejorado la tecnología de monitoreo mediante la captura de videos en 4k y fotografías de alta resolución desde aeronaves tripuladas, combinando estos datos con sistemas de información geográfica para obtener análisis precisos. Todo esto ha permitido alcanzar un 90 por ciento de exactitud en los conteos de la especie, un logro sin precedentes.
En el Día Internacional del Flamenco, que se conmemora cada 26 de abril, la Fundación informó que aspira a lograr la resiliencia del hábitat determinando los hábitos prioritarios de la especie mediante su programa de monitoreo satelital, evaluando la reproducción, generando alianzas con organizaciones socialmente responsables y fomentando el involucramiento público a través de la educación ambiental.
También trabaja con las comunidades educativas de las Áreas Naturales Protegidas (ANP´s) mediante sesiones teóricas, prácticas de campo y ferias ambientales que involucran tanto a estudiantes, maestros como a padres de familia. En 2023 se capacitó a 83 docentes de nivel básico, se inspiraron a mil 864 alumnos y se logró comprometer a 14 comunidades en el cuidado, respeto y apreciación por el flamenco y su medio ambiente.
En México esta especie está considerada como Amenazada (A) en la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010.
Entre sus principales amenazas se encuentran la cacería, la pérdida de hábitat, la contaminación, las aeronaves de bajo vuelo y los cambios de uso de suelo.
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