Oaxaca, Oaxaca. La zapoteca Carmen Santiago Alonso, directora del Centro de Derechos Indígenas Flor y Canto A.C. está contenta y optimista porque, después de 16 años exigiendo al Gobierno Federal que les permitiera a las comunidades zapotecas administrar su propio acuífero, finalmente lo lograron: la Comisión Nacional del Agua (Conagua) les otorgará títulos de concesión que les reconocen como usuarios del acuífero Valles Centrales de Oaxaca.
El 24 de noviembre fue publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF), el Decreto por el que se establece la “Zona Reglamentada del Acuífero 2025 de Valles Centrales del Estado de Oaxaca”, donde se reconoce por primera vez en la historia del país, el derecho a la administración comunitaria del agua de 16 comunidades zapotecas asentadas en la microrregión Xnizaa del Valle de Ocotlán, Zimatlán y Ejutla.
Para las comunidades indígenas que forman parte de la Coordinadora de Pueblos Unidos por el Cuidado y la Defensa del Agua (COPUDA), este Decreto representa un avance significativo.
“Es un hecho histórico”, expresaron representantes de las comunidades zapotecas en conferencia de prensa.
Pero este hecho histórico no se entendería sin el activismo de la zapoteca Carmen Santiago que desde hace 16 años acompaña la lucha por la autogestión hídrica.
Cuando a las comunidades zapotecas les limitaron el acceso al agua a través de una veda que impuso la Conagua en el acuífero Valles Centrales de Oaxaca, ella encabezó la defensa del acceso al agua por la vía legal, que derivó en una consulta indígena, donde por más de 6 años se debatieron los derechos de los pueblos y se visibilizaron las omisiones de la actual Ley de Aguas Nacionales.
Ahora que a las comunidades zapatoecas ya se les reconoce como usuarios del acuífero, Carmen anticipa que hay mucho trabajo por delante.
“Las comunidades indígenas tenemos la capacidad de cuidar el agua, de garantizar el agua para la vida y el agua para las siguientes generaciones. Es una resolución muy grande que reconoce los derechos de los pueblos indígenas y se convierte ahora en una tarea enorme para la COPUDA.
De aquí en adelante lo que sigue es que las comunidades pongan en práctica lo que ellos se comprometieron: cuidar y administrar el agua en el acuífero”, afirma en entrevista con Evlyn.Online
El largo proceso en defensa del agua que encabezaron las comunidades zapotecas, exhibió su capacidad de organización porque conformaron la COPUDA y realizaron sus propias obras de captación y retención de agua para atender la escasez hídrica y recuperar el acuífero. Este trabajo se realizó a la par del ejercicio de la defensa legal de sus derechos.
Por lo tanto, las comunidades zapotecas se preparan para transitar a una nueva etapa: construir sus reglamentos internos para el uso del agua.
“Cada una de estas comunidades se ha reunido para construir su reglamento interno que dará los lineamientos técnicos, jurídicos, culturales y legales con los que la comunidad va a administrar el agua para uso humano, pecuario y agrícola”, explica Carmen.
Para la COPUDA, dice, el Decreto establece una nueva relación con el Estado porque se reconoce la organización comunitaria y permite una nueva coordinación horizontal con las instituciones del Gobierno Federal para cuidar y preservar el agua a nivel local.
“Son 16 comunidades, cada comunidad va tener una concesión colectiva. Ya hemos realizado diferentes actividades y se ha hecho un padrón en cada una de las comunidades para que se conozca el nombre de cada uno de los campesinos que van a hacer beneficiarios de esta concesión colectiva”, añade.
Por su parte, la Conagua deberá entregar los títulos de concesión a las comunidades zapoteras en un plazo de 90 días.