Las muertes por calor y contaminación del aire en las ciudades aumentarán en casi un 20 por ciento para 2030 pero si se hacen intervenciones de bajo costo en las ciudades como la reforestación urbana, se pueden salvar hasta 725 mil vidas anuales y aliviar la presión sobre los sistemas de salud.

Berkeley, Estados Unidos. El aumento de las enfermedades crónicas, el envejecimiento poblacional, los costos de atención médica en ascenso y las desigualdades en salud atribuibles al estrés climático están llevando al límite a los sistemas de saludo de todo el mundo.

De hecho, para 2030 se proyecta que la mortalidad urbana por calor aumente un 45 por ciento y la atribuible a la contaminación del aire un 18 por ciento, una carga combinada superior a la de todos los tipos de cáncer, advierte un informe dirigido por la Red de Ciudades Resilientes y el Grupo de Trabajo de Sistemas de Salud de la Sustainable Markets Initiative con el apoyo de Bupa, Reckitt, Sanofi, Mode Economics y la Escuela de Salud Pública de Yale.

El informe elaborado por una coalición global de ciudades, empresas de salud e investigadores, muestra cómo las acciones prácticas y conscientes por el clima que se implementan en las urbes pueden salvar 725 mil vidas cada año y reducir los costos de atención médica en 70 mil millones de dólares, desempeñando un papel crítico en la protección de los sistemas de salud.

Acciones de bajo costo en las ciudades pueden mejorar la salud de la población y aliviar presión de los servicios médicos.
Acciones de bajo costo en las ciudades pueden mejorar la salud de la población y aliviar presión de los servicios médicos.

 

Desarrollado junto con la primera Comunidad de Práctica de su tipo, liderada por Greater Manchester, Lagos, Ciudad de México y Río de Janeiro, el informe plantea que, con medidas de bajo costo y alto impacto, también se pueden evitar 15.6 millones de toneladas de bióxido de carbono (equivalente a las emisiones anuales de Croacia) si se aplican en 11 mil ciudades a nivel mundial.

“A medida que aumenta la presión sobre los sistemas de salud globales, es más crítico que nunca llegar a las personas antes de que se conviertan en pacientes, incluyendo mediante la prevención, el autocuidado y la adaptación al clima. Este proyecto forma parte de nuestro trabajo para avanzar en el acceso a la salud e higiene en todo el mundo, ofreciendo a las ciudades herramientas prácticas para implementar intervenciones que salvan vidas, alivian la presión sobre los sistemas de salud y benefician tanto a las personas como al planeta”, expresó Kris Licht, CEO de Reckitt.

Entra las soluciones que se propone implementar en las ciudades están:

  • Intervenciones simples de calor y calidad del aire, como la reforestación urbana, techos frescos y transporte activo, podrían reducir las muertes relacionadas entre un 14 y 26 por ciento.

 

  • Mejoras básicas y de baja tecnología en aguAcciones de bajo costo en las ciudades pueden mejorar la salud de la población y aliviar presión de los sistemas médicos.a, saneamiento e higiene, como dispositivos de filtración de agua en el punto de uso, podrían prevenir 166 mil muertes relacionadas con servicios inseguros cada año para 2030.

 

  • Promoción de estilos de vida saludables en la vida cotidiana a través del diseño urbano y la prescripción social podría prevenir 131 mil muertes por año.

 

  • Medidas prácticas de resiliencia comunitaria, como sistemas de alerta temprana y campañas de concienciación, podrían reducir la mortalidad hasta en un 23 por ciento en algunas ciudades, y a menudo dependen de materiales simples y asequibles.