Maxcanú, Yucatán. Unas 200 hectáreas de selva fueron taladas en el Ejido de Chactún perteneciente a este Municipio cuya principal actividad económica es la apicultura.
La Alianza Maya por las Abejas “Kaanalo´on” denunció que la deforestación en esta región apícola comenzó desde 2019 e incluyó apertura de caminos y extracción de tierra roja con maquinaria pesada.
Esta deforestación de la selva está alterando los ecosistemas poniendo en riesgo la vida de las abejas y la apicultura en su conjunto por lo que, desde abril, la Alianza denunció la tala ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
Luego de constatar los desmontes de selva y la extracción de tierra roja en el Ejido de Chactún, la Profepa notificó, el 24 de septiembre, que clausuró el predio tras comprobar que el desmonte de selva se llevó a cabo sin contar con autorización de cambio de uso de suelo y, además, violando el programa de ordenamiento ecológico de la región.
“Aunque por el momento se desconoce la identidad de los responsables de este ecocidio, el municipio de Maxcanú es una de las zonas del estado de Yucatán más afectadas socioambientalmente, derivado de la mala planeación, corrupción e implementación de un modelo de desarrollo impuesto, sustentado en megaproyectos como las megas granjas porcícolas, extracción de material pétreo, agroindustria intensiva y ahora el Tren Maya. Este modelo ha dejado de lado las actividades productivas y de conservación características de la cultura maya desde hace cientos de años, como lo son los sistemas tradicionales de la apicultura y la milpa”, expresó la Alianza Maya por las Abejas en un comunicado.
Cabe destacar que la Alianza Maya por las Abejas “Kabnalo´on” agrupa a 3 mil familias mayas de la Península de Yucatán que trabajan en fomentar y proteger la apicultura y la meliponicultura a través de la sostenibilidad ambiental y productiva.
No obstante, las selvas de la Península de Yucatán están cada vez más deterioradas por las talas indiscriminadas y la deforestación que generan pérdida de flora, fauna, biodiversidad y alteran la presencia de las abejas en estos ecosistemas poniendo en riesgo la apicultura.
“Tanto los denunciantes, como la comunidad afectada de Maxcanú, seguiremos a la espera de que se informe sobre las sanciones correspondientes a los responsables y que se puedan resarcir los daños, pues durante los últimos tres años, la deforestación ha sido constante en esa zona, poniendo en riesgo a otras actividades como la apicultura y, en general, el equilibrio ecológico del territorio”, agregó la Alianza Maya por las Abejas.
La apicultura tiene efectos positivos en los ecosistemas y en la soberanía alimentaria de las ciudades.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés) estima que de los 100 cultivos que proporcionan el 90 por ciento de la alimentación mundial, 71 de ellos dependen de la polinización de abejas.
Además, la producción de ciertas frutas, semillas y frutos secos puede decrecer en más del 90 por ciento sin la presencia de estos insectos polinizadores. La Comisión Europea estima que las abejas contribuyen anualmente con 22 mil millones de euros a la agricultura europea.