La creciente demanda de una casa residencial campestre o un rancho en medio del bosque detonó un boom inmobiliario en Valle de Bravo que ya generó una devastación ambiental en algunas zonas del Área Natural Protegida (ANP) que es clave para garantizar el abasto de agua al Valle de México. El Observatorio Ciudadano de la Subcuenca de Valle de Bravo-Amanalco intenta sensibilizar a las autoridades de los tres niveles de Gobierno para que intervengan y frenen a los desarrolladores pero hasta ahora, no hay registros de una sanción ejemplar para quien incumple la legislación ambiental y el plan municipal de desarrollo urbano.
Valle de Bravo, Estado de México. Tania Calva Hernández pasó de vivir rodeada de una belleza paisajista dominada por importantes relictos de bosque mesófilo de montaña y selva baja caducifolia, a quedar inmersa en una devastación ambiental que se cuenta en un mosaico de imágenes: retroexcavadoras removiendo la tierra, árboles de más de 40 metros de altura cayendo al suelo, obras para desviar el cauce natural de los ríos y una acelerada transformación de las tierras de cultivo que se convirtieron en nuevos desarrollos inmobiliarios de alta plusvalía.
Esta mujer de 54 años ha sido testigo directo de la creciente expansión inmobiliaria que se expande como pólvora por el municipio de Valle de Bravo violando los ordenamientos territoriales y el cumplimiento de la legislación ambiental que debería garantizar la preservación de los servicios ambientales del Área Natural Protegida (ANP) denominada Área de Protección de Recursos Naturales Cuencas de los Ríos Valle de Bravo, Malacatepec, Tilostoc y Temascaltepec.
“Es deprimente y no solo por el cambio de paisaje, sino por lo que ha implicado para la gente que vive aquí. Te puedo decir que yo me sé con nombre y apellido los nombres de los que eran los dueños de los terrenos de cultivo que caminábamos de San Mateo Acatitlán a la Loma de Chihuahua y desafortunadamente, fueron presionados para vender”, afirma en entrevista con Evlyn.Online
Sus tataranietos, sus bisabuelos, sus abuelos, su mamá y ella también creció en Valle de Bravo. Tania solía caminar o andar a caballo una distancia de 3.7 kilómetros para llegar a la localidad de San Mateo Acatitlán. En el trayecto, disfrutaba contemplar los árboles de pino, encino y oyamel.
Hace unos días, cuando intentó mostrar a sus nietos el camino que ella solía recorrer, se quedó asombrada porque la vereda que acostumbraba caminar ahora está invadida de casas y obras en desarrollo.
“Tengo dos nietos y los quise llevar por ese camino. Cuando di vuelta hasta donde uno sale al centro de San Mateo Acatitlán, me empecé a sentir muy perdida porque en lugar de ver el camino por donde yo transité durante 30 años, ahora me parecía estar metida en una colonia de la Ciudad de México. Lo único que hay para pasar de un lugar a otro es un paso que mide menos de metro y medio, me regresé y le pregunté a unos amigos que tengo en San Mateo Acatitlán. Ellos me dijeron que era el camino correcto pero que ya todo está así”, comparte.
La creciente demanda de vivienda residencial campestre y la proliferación en los últimos años de asentamientos irregulares son la principal causa del deterioro del suelo en Valle de Bravo que está generando impactos ambientales que contravienen el propio Plan Municipal de Desarrollo Urbano.
“He visto que donde había bosque ahora hay casas, por ejemplo. Y algo que fue muy doloroso y deprimente fue El Crustel, es un gran manantial que hay yendo hacia Los Álamos, ¡era una belleza! nosotros íbamos allá, había una vegetación verdaderamente maravillosa con un agua helada, helada. Mi abuelita decía que se deshielaba el Nevado de Toluca, el agua se filtraba en la tierra y nos brotaba aquí. Nosotras nadábamos en el río. Pero ahora tiene un tubo atravesado a la mitad, una malla que está partiéndolo, hay amenazas de construir pozos profundos alado, no hay árboles como había, se acabó. Se acabó un lugar lleno de vida, es un lugar muerto ahora”, reprocha.
El constante cambio de uso de suelo que se vive en Valle de Bravo puso a Tania frente a dos opciones: callarse y levantar la voz. Ella eligió la segunda opción porque quiere heredar un medio ambiente sano a sus nietos, por eso urge a que se respete el Plan Municipal de Desarrollo Urbano y a que las autoridades tomen acción para frenar la devastación ambiental.
“No necesitamos más, solamente necesitamos respetar el Plan Municipal de Desarrollo Urbano. Causa mucha frustración ver que tu territorio está transformándose, que no importa que la población se quede sin agua, que se quede sin terrenos de cultivo, y que sigan los desarrollos de muchos ceros. No veo a la autoridad tomando medidas. Es como si estuviera fuera de la jurisprudencia de cualquier nivel de Gobierno”, lamenta.
El municipio de Valle de Bravo se encuentra inmerso casi en su totalidad dentro del ANP. El ANP es reconocida internacionalmente por la presencia anual de la Mariposa Monarca, la cual arriba desde Canadá y el Norte de Estados Unidos.
Pero la conservación del ANP de Valle de Bravo es estratégica para garantizar el abasto de agua a la población de la Zona Metropolitana del Valle de México, de Toluca y su zona conurbada, que en conjunto cuentan con una población de más de 20 millones de habitantes.
Además, sus presas y ríos forman parte del Sistema Cutzamala, que es conocido como “la llave del agua del Valle de México”.
“Aquí estamos hablando de que no solo se conservan territorios naturales sino también cultura. Hay cuatro pueblos originarios involucrados que representan a más de 200 mil habitantes y hablando de los ecosistemas, al menos tenemos 2 mil 300 especies de flora y 879 especies de fauna en diferentes ecosistemas, en conjunto es lo que conocemos como biodiversidad y que en conjunto, prestan servicios ambientales que mantienen a las sociedades”, destacó el biólogo Rafael García Soriano de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).
El Presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la semana pasada que una brigada de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) atendería una denuncia sobre la construcción irregular de un desarrollo inmobiliario en una zona forestal de Valle de Bravo que lleva a cabo la empresa Stupa Ranch S.A. de C.V, ligada al empresario Ricardo Salinas Pliego.
Horas más tarde, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuró las obras que se construían sin autorizaciones de impacto ambiental.
Pero esta construcción ilegal, es apenas una de las muchas que proliferan en Valle de Bravo.
El Observatorio Ciudadano de la Subcuenca de Valle de Bravo-Amanalco, un organismo de participación ciudadana que agrupa a habitantes de este lugar interesados en frenar el deterioro ambiental de su territorio, denunció el 22 de abril que la Secretaría de Comunicaciones del Estado de México realizó un derribo masivo de árboles y desvió el cauce de un río para realizar una obra vial en el entronque entre Acatitlán y la carretera Toluca-Los Saucos. La Profepa también suspendió las obras.
Otra construcción ilegal apareció en la ribera de la presa ubicada a unos dos kilómetros de la icónica Cascada Velo de Novia, donde un desarrollador lleva a cabo una construcción privada. Aunque la obra ha sido clausurada, los sellos fueron retirados y actualmente se continúa construyendo.
“La obra ya casi está terminada y nadie los puede parar. Es el precedente para decir: pues tú aviéntate a construir tu casa. Más vale pedir perdón que pedir permiso, ya luego pagarás la multa”, denunció el Observatorio.
Otra zona más que ya enciende alertas son los terrenos aledaños a las presas que abastecen el Sistema Cutzamala donde desarrolladores ya comienzan a rellenar predios aledaños a la zona federal del embalse para hacer jardines privados. Sin embargo, esta zona es inundable.
Claudia tiene dos décadas viviendo en Valle de Bravo y se dedica a Bienes Raíces. Su trabajo le permite entender cómo se gestó el boom inmobiliario que hoy amenaza los recursos naturales.
La cercanía con la Ciudad de México, explica, hace que Valle de Bravo sea muy atractivo para los desarrolladores que construyen sin respetar dos parámetros básicos: el uso de suelo y las densidades.
“En un terreno que es una hectárea y donde se puede construir una casa, le cambian la densidad y entonces construyen 3 o 5 casas. La gente compra terrenos con árboles, tira los árboles y construye. Esto sumado a una gran corrupción porque no es posible que veas que se tala un terreno, luego veas que se tala otro terreno y otro y otro.
Ahora, conseguir una vivienda en Valle de Bravo no es barato pero cada vez se ha ido encareciendo más el territorio. Muchos terrenos que eran agrícolas valen más si construyen casas para rentar que si siembran en esas tierras y la gente se está deshaciendo de sus tierras por este motivo”, señala.
El boom inmobiliario se caracteriza por dos modelos de desarrollo: el primero, se trata de un sector que compra grandes propiedades de tierra de cultivo -20, 30, 80 hectáreas- para desarrollar ranchos de lujo en donde diseñan su propio lago y conservan una parte del bosque. El segundo, es la compra de un terreno donde se construyen conjuntos habitacionales de 10 o 15 casas que tienen áreas comunes como alberca, canchas y otras amenidades.
Aunque los desarrolladores están obligados a dejar entre el 30 y 50 por ciento del terreno libre de construcción, la mayoría de los desarrolladores no respetan esta norma.
“Un terreno que originalmente tiene un uso de suelo H1000165 podrían tener lotes de mil metros, pero entonces se acercan a la autoridad y le piden que aumente la densidad y que les permita hacer lotes cada 500 metros. Entonces como hay más lotes, hay más construcción y las áreas verdes han bajado. Esto está ocasionando que el agua está escaseando, problemas de basura, tenemos apagones”, comparte.
Pese a que cada vez son más los ciudadanos que alzan la voz para denunciar la descontrolada urbanización que impera en este municipio, Claudia ha constatado que, en vez de frenarse el número de construcciones, aumentan.
La rápida urbanización está dando como resultado servicios sobrecargados como los sistemas de agua y saneamiento, carreteras, transporte, la recolección de residuos, entre otros.
“Somos muchos los ciudadanos que estamos vigilantes desde hace muchos años y estamos dando aviso a las autoridades de lo que está sucediendo y, aun así, siguen sucediendo. Hemos visto cómo se han entubado arroyos, se han rellenado barrancas, y llega la autoridad, para por un momento la obra y después, mágicamente a las obras les quitan los sellos de suspensión y se construyen cosas irregulares sobre barrancas, sobre ríos, no hay ningún control. La verdad es que el nivel de corrupción en los últimos 20 años en Valle de Bravo ha sido muy grande”, agrega Claudia.
El modelo de desarrollo urbano que predomina en Valle de Bravo contraviene el Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat) que promueve ciudades social y ecológicamente sostenibles a partir de cuatro ejes: reducir la desigualdad espacial y la pobreza en las comunidades urbanas y rurales; aumentar la prosperidad compartida en ciudades y regiones, actuar por la acción climática y mejora del entorno, y promover la prevención y respuesta efectiva ante las crisis urbanas.
Además, este modelo de desarrollo urbano que incumple la legislación ambiental y el Plan Municipal de Desarrollo Urbano, es contrario al Objetivo 11 de la Agenda 2030 de Naciones Unidas que México se comprometió a cumplir para impulsar ciudades sustentables.
Por fortuna, no todos los desarrolladores inmobiliarios incumplen la ley. Claudia celebra que en Valle de Bravo existan algunos inversionistas que sí están muy comprometidos con el cumplimiento de los criterios sustentables en la edificación de sus propiedades e incorporan sistemas de captación de agua de lluvia, la instalación de páneles solares, entre otros. Pero no son la mayoría y eso es precisamente lo que aquí se requiere, que todos cumplan con los ordenamientos de construcción apropiados para el territorio.
5 DATOS QUE DEBES SABER DEL ANP DE VALLE DE BRAVO
Fuente: Conanp
1.-Abarca una superficie de 140 mil 234 hectáreas
2.-Protege los macizos forestales captadores de agua en las cuencas hidrológicas en las que se originan los ríos Valle de Bravo, Malacatepec, Tilostoc y Temascaltepec
3.-Alberga 2 mil 596 especies de flora y 879 de fauna de las cuales 76 están clasificadas en riesgo
4.-Es el santuario de la Mariposa Monarca y forma parte de un corredor de 5 Áreas Naturales Protegidas mediante el cual se protege este fenómeno migratorio.
5.-Es estratégica para garantizar la permanencia de las zonas de captación de agua y dotar de este vital líquido no solamente a los habitantes del Área, sino también a las poblaciones del Valle de México y Toluca.