En los últimos 64 años se registraron 400 ataques de cocodrilos a humanos y la mayoría de ellos están relacionados con la invasión del hombre a su hábitat. Aunque mucho tiempo estuvieron en peligro de extinción, actualmente las poblaciones mexicanas muestran una próspera recuperación lo cual ha derivado en una proliferación de cocodrilos adultos que alcanzan tallas superiores a los cuatro metros planteando el reto a las personas de aprender a respetar su territorio y procurar su conservación ya que  estos reptiles son considerados como depredadores tope y su presencia en los ecosistemas es fundamental para la regulación de las poblaciones de otras especies.

Tampico, Tamaulipas. La imagen se hizo viral en las últimas horas: un cocodrilo moreletii pasea en las aguas de la Laguna del Carpintero de esta ciudad llevando en sus fauces el cuerpo de un hombre que murió al ser atacado por el reptil de 3.37 metros de largo y un peso de 200 kilos.

Tras el ataque, el Cuerpo de Bomberos, la Policía Estatal y Protección Civil rescataron el cadáver de la víctima mientras que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) trasladó al animal al Zoológico de Altamira donde quedó en resguardo hasta que se defina cuál será su destino final.

La escena no es ajena para el biólogo Paulino Ponce Campos especializado en anfibios y reptiles y quien desde hace 29 años se dedica al estudio de los conflictos humano-cocodrilos. Este mexicano es también miembro del Grupo Nacional de Expertos en Cocodrilos en México y a nivel mundial en la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN por sus siglas en inglés).

Pero cuando Paulino empezó a recibir los primeros reportes del ataque en la Laguna del Carpintero no pudo evitar lamentarlo como le ocurre siempre que tiene que registrar un suceso de este tipo en su estadística.

“A pesar de que me dedico a analizar los casos, a mí me impacta mucho esto. Es un impacto muy fuerte para mí ver las imágenes, pero lo hago para que ya no haya más ataques a las personas y también para promover la conservación de los cocodrilos”, afirma en entrevista con Evlyn.Online

De las 23 especies de cocodrilo que existen a nivel mundial, en México se tiene presencia de tres: el moreletii o de pantano, el acutus o de río y el caimán.

La estadística de Paulino revela que en los últimos 64 años se han registrado alrededor de 400 ataques de cocodrilos a humanos en el país y estima que apenas el 18 por ciento han sido fatales. El común denominador de estos ataques es que las personas invadieron el hábitat natural del animal.

Pie de foto: Cocodrilo capturado tras ataque en Laguna del Carpintero. Crédito: Profepa
Pie de foto: Cocodrilo capturado tras ataque en Laguna del Carpintero. Crédito: Profepa

 

Aunque el cocodrilo acutus es el que históricamente más ataque ha protagonizado, tiene evidencia de que últimamente el moreletii está produciendo más agresiones.

“Haciendo un análisis desde 1958 a la fecha, tenemos aproximadamente 400 casos de ataques de las especies de cocodrilianos que hay en México. Realmente no son muchos, pero desgraciadamente los humanos nos acercamos a los lugares donde hay presencia de la especie y no tenemos precaución. El que ocurrió ahora en Tamaulipas se trata de una especie que tiene presencia en Tamaulipas, San Luis Potosí, Veracruz, Tabasco, en toda la Península de Yucatán y Chiapas”, explica.

Un día después de que ocurrió el ataque del cocodrilo moreletii en la Laguna del Carpintero, el biólogo continúa analizando los indicios que tiene pero todavía se encuentra en proceso de verificación de información para confirmar si el joven realmente murió por el ataque del reptil e incluso en los próximos días deberá recurrir a los forenses y autoridades de Tamaulipas.

Pie de foto: Maniobras para asegurar al cocodrilo que atacó en Laguna del Carpintero. Crédito: Profepa
Pie de foto: Maniobras para asegurar al cocodrilo que atacó en Laguna del Carpintero. Crédito: Profepa

 

Lo que es un hecho, concluye, es que el ataque se enmarca dentro de la temporada alta del periodo histórico donde ocurre el mayor número de agresiones.

“Son varias líneas las que hay que investigar. La Laguna está en medio de la ciudad y hay letreros, la gente sabe que hay cocodrilos, pero aun así la gente se mete. Tengo años enviando información a Protección Civil de los Estados costeros para que estén enterados de las temporadas más altas. En México la mayoría de los casos (de ataques) ocurren de abril a septiembre, el pico mayor es en junio y esto se relaciona con la etapa reproductiva de los cocodrilos que se empiezan a aparear y luego están alertas cuidando los huevos o a las crías”, agrega.

De acuerdo con la experiencia de Paulino, los cinco estados que más ataques de cocodrilos a humanos reportan son: Jalisco, Quintana Roo, Oaxaca, Tamaulipas y Guerrero.

Estados como Guanajuato,  dice, es un ejemplo de que las personas liberan cocodrilos fuera de su hábitat porque en esta entidad se han reportado la presencia de ejemplares aunque no es zona de distribución de estos reptiles.

Pie de foto: Captura de cocodrilo en Tamaulipas. Crédito: Profepa
Pie de foto: Captura de cocodrilo en Tamaulipas. Crédito: Profepa

 

“NIÑOS Y PERROS SON COMO CHOCOLATES PARA LOS COCODRILOS”

El experto lanza una advertencia: a los cocodrilos les encanta comer perros y, un niño, puede ser fácilmente confundido por el reptil y puede atacarlo si lo advierte cerca de su hábitat.

“Los cocodrilos comen perros entonces, ven perros y se van sobre ellos. A veces pasa que hay un niño que puede tener el tamaño de un perro, perdón si alguien se ofende por esta comparación, pero al cocodrilo no le importa si son niños o son perros, el cocodrilo va a atacar. Si llevan niños, es muy riesgoso, si llevan niños y perros al hábitat del cocodrilo, ¡uy peor!, los niños y los perros son como chocolates para los cocodrilos”, advierte.

Paulino enfatiza la importancia de no satanizar a los cocodrilos, pero sí entender que se trata de animales especializados en emboscar y morder, son depredadores tope cuya naturaleza es sumergirse en el agua y sellar completamente sus fauces. Por tanto, cada vez que lo necesiten, activarán este mecanismo de defensa.

“Es importante no satanizarlos por su naturaleza y cumplen una función muy importante como depredadores tope. A veces se piensa que los cocodrilos son los malos, pero realmente somos los humanos quienes estamos influenciando este tipo de interacciones porque estamos cada vez más cerca de su hábitat por morbo o por desconocimiento de su distribución”, agrega.

Pie de foto: Crocodylus moreletii o de pantano. Crédito: Conabio
Pie de foto: Crocodylus moreletii o de pantano. Crédito: Conabio
“LAS ESPECIES DEFIENDEN SU TERRITORIO, HAY QUE RESPETAR SUS HÁBITATS”

Hesiquio Benítez Díaz, director general de Cooperación Internacional e Implementación de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) e integrante del Grupo Nacional de Expertos en Cocodrilos en México, considera desafortunado el ataque ocurrido en la Laguna del Carpintero porque ilustra la falta de respeto que tienen los seres humanos sobre los territorios de las especies naturales.

La Laguna del Carpintero, explica que se distingue por la señalización que advierte de la presencia de los cocodrilos y a nivel local, es un espacio donde la gente sabe la presencia de esta especie en ese territorio.

“Las especies defienden su territorio, hay que respetar sus hábitats. Yo escuché con cierta preocupación la propuesta de que querían remover todos los cocodrilos de la Laguna Carpinteros pero no, a ver, es su hábitat natural, ya lo dijo la Profepa también. No se trata de remover la biodiversidad para que los humanos sigan invadiendo, se trata de tener mayor respeto por los ecosistemas”, subraya.

Pie de foto: Caiman crocodylus   Crédito: Conabio
Pie de foto: Caiman crocodylus Crédito: Conabio

 

Aunque durante muchos años los cocodrilos estuvieron en riesgo de extinción, explica que actualmente la especie está recuperada e incluso alcanza tallas superiores a los cuatro metros, lo cual es extremadamente peligroso para el ser humano.

El aumento de tallas de los cocodrilos y la fragmentación cada vez más evidente de sus hábitats derivado de la actividad humana, dice, agudizan los conflictos humano-cocodrilos.

“Lo que hemos encontrado es que se están dando situaciones de conflicto humano-cocodrilo cada vez más frecuentes, por un lado, sí por los tamaños de los cocodrilos, y por otro, que continúa la invasión del ser humanos a los hábitats. Seguimos fragmentando los hábitats de la especie, seguimos fragmentando ecosistemas y estamos rompiendo ese equilibrio que existían antes en los distintos hábitats hogareños de los cocodrilos”, indica.

El director general de Cooperación Internacional e Implementación de la Conabio, destaca que en México se cuenta con Protocolos SOS para intervenir cuando un cocodrilo ataca a un humano y además, hay más de 70 expertos que integran el Grupo de Expertos en Cocodrilos y se encuentran distribuidos en todo el país listos para intervenir cuando sean requeridos.

“Desde Sinaloa hasta Mérida, hay expertos que están trabajando y con los estados se han establecido Comités SOS para cocodrilos entonces sí hay expertos que pueden apoyar en México para manejar muy bien las poblaciones de cocodrilos, pero lo que tenemos que hacer es ser más serios y difundir más estas actividades”, añadió Hesiquio.

10 RECOMENDACIONES PARA EVITAR ATAQUES DE COCODRILO

Fuente: Conabio

1.-No acercarse a menos de 20 metros del hábitat

2.- Retirar a niños y mascotas de zonas donde predominen cocodrilos

3.-No alimentar a los cocodrilos

4.-Presta atención a señales obvias que delaten la presencia de cocodrilos incluyendo rastros, marcas de su desplazamiento en el lodo y en las riveras o las zonas donde se asolean.

5.-Cuando haya cocodrilos presentes, o pueda haberlos, no entres al agua ni permanezcas cerca de ella.

6.-Si estás en el agua y ves un cocodrilo, ponte de pie, muévete con calma hacia una zona poco profunda y abandona el agua.

7.-No intentes tocar o capturar a los cocodrilos que veas, incluyendo juveniles o crías.

8.-No duermas o dormites a menos de 50 metros de la orilla del agua.

9.- Siempre que llegues a una zona nueva, pregunta en la localidad si hay cocodrilos.

10.-Si tienes la inusual desgracia de que te ataque un cocodrilo, pelea como nunca en tu vida y trata de mantener o recuperar el equilibrio para evitar que te jale hacia abajo e intenta salir del agua.

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