Ciudad de México. Los Estados de Veracruz, Guanajuato y Jalisco enmarcados en un contexto de creciente inseguridad ahora también concentran a nivel nacional el mayor número de zonas críticas forestales donde ocurren ilícitos como la tala clandestina, lavado de madera, extracción de madera sana, sobreexplotación de recursos forestales, así como incumplimiento de programas de manejo, cambios de uso de suelo, incendios forestales provocados y delincuencia organizada.

De acuerdo con el mapa recién actualizado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), en México existen 122 zonas críticas forestales de las cuales 9 se localizan en Veracruz, mientras que Guanajuato y Jalisco concentran 7 cada uno.

En Chiapas, el Estado de México, Puebla y Querétaro se identifican 6 zonas críticas forestales.

Los Estados de Campeche, Baja California Sur, Chihuahua, Guerrero, Michoacán, San Luis Potosí y la Zona Metropolitana del Valle de México lidian con 5 zonas críticas forestales cada uno.

Mientras que Baja California, Coahuila, Durango, Hidalgo, Morelos, Quintana Roo, Oaxaca, Nuevo León, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala, Yucatán y Zacatecas, reportan entre una y cuatro zonas críticas forestales donde ocurren ilícitos que comprometen la riqueza forestal del país.

“Tenemos 122 zonas críticas forestales, estas zonas críticas forestales pueden comprender más de tres localidades, a veces más de dos municipios. Si nos damos cuenta, la mayor parte de las entidades federativas tienen un problema con las zonas críticas forestales y el mapa trata de mostrarnos que hay una deforestación”, afirmó María Luisa Albores González, Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales en conferencia de prensa.

Pie de foto: María Luisa Albores, Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Pie de foto: María Luisa Albores, Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

 

Aunque México tiene una superficie forestal de 138 millones de hectáreas, las zonas críticas forestales están ejerciendo una fuerte sobre los recursos forestales.

De acuerdo con la titular de la Semarnat, cada año se reporta una deforestación de al menos 212 mil 834 hectáreas.

“En un sexenio vamos a tener más de un millón de hectáreas deforestadas, esto es un problema. El dato que traemos lo traemos de la base satelital de Conafor que tiene un seguimiento muy puntual 24 horas, 365 días al año. Ellos refieren que el dato que yo les estoy dando está desde el 2001 hasta 2018 esa presión de 212 mil hectáreas de deforestación al año”, agregó.

Albores González anunció que en la cobertura inicial de la estrategia contra tala clandestina y la deforestación se optó por intervenir en los Estados de Campeche, Chiapas, Guerrero, Estado de México, Jalisco y Chihuahua.

En Campeche, dijo, se identificó que es la entidad con una mayor tasa de deforestación equivalente a 22 mil 805 hectáreas, además de áreas forestales desmontadas con maquinaria por parte de grupos menonitas provenientes de otros estados del país.

La principal presión contra los recursos forestales, explicó que se localiza en el municipio de Hopelchén donde hay 14 comunidades menonitas que realizan desmontes de selvas, cacería, sobreexplotación de mantos acuíferos, elaboración ilegal de carbón, entre otros impactos negativos.

Como parte de la estrategia que implementa la Semarnat en coordinación con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Guardia Nacional y la Secretaría de Marina, informó que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) realizó este año cinco inspecciones en el Ejido de Xmabén que derivó en la clausura de 6 hornos de carbón donde se busca parcelar cinco mil hectáreas de selva.

Además, la Profepa promovió en 2020 dos denuncias penales por provocar incendios forestales en 100 hectáreas del Ejido Xmabén para evitar la parcelación de 3 mil hectáreas y en 2019, clausuró 107 hectáreas de caminos y la cancelación del parcelamiento de 4 mil hectáreas en los Ejidos Xmabén e Iturbide.

La Secretaria de Medio Ambiente destacó la importancia del acuerdo celebrado con las comunidades menonitas en San Francisco, Campeche el pasado 12 de agosto, mediante el cual se comprometen a detener las actividades de deforestación de la selva maya, así como a participar con los gobiernos federal, estatal y municipal en el ordenamiento territorial, ecológico y comunitario del territorio.

En el combate a la tala clandestina y la deforestación, María Luis Albores no descartó replicar la estrategia de Campeche en alguna otra entidad con presencia de zonas críticas forestales.

 

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