León, Guanajuato. La disputa entre autoridades estatales y federales por el futuro de la presa El Zapotillo, exhibió que Guanajuato enfrenta una crisis de agua determinada por el grado de sobreexplotación que registran los 20 acuíferos que abastecen a la entidad.
De acuerdo con la estadística de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) cada mes el Estado consume 344.2 millones de metros cúbicos de agua que destina a actividades de uso agrícola, industrial, doméstico y servicios pecuarios.
Sin embargo, 15 de sus 20 acuíferos ya están sobreexplotados.
Y prácticamente los 20 acuíferos pueden catalogarse con déficit debido a que se les extrae mucha más agua de la que alcanzan a recargar de manera natural.
“El Estado tiene una sobreexplotación anual de aguas subterráneas en sus 20 acuíferos arriba de los 485.2 millones de metros cúbicos dado que se tiene una recarga natural de 2 mil 372.3 millones de metros cúbicos y una extracción para los diferentes usos de 2 millones 743.2 millones de metros cúbicos”, reconoció Vicente Zepeda López, director local en Guanajuato de la Conagua, en entrevista con Evlyn.Online
Guanajuato utiliza cada año 4 mil 130 millones de metros cúbicos de agua para realizar todas sus actividades económicas.
Las actividades agrícolas son las que más agua demandan acaparando anualmente 3 mil 387.2 millones de metros cúbicos, de acuerdo con el Registro Público de Derechos de Agua (REPDA).
Pero la crisis de agua en el Estado se agrava debido a que el mayor volumen concesionado es precisamente el que se extrae de los acuíferos pues la Conagua otorgó, hasta ahora, 17 mil 288 títulos de concesión para aguas subterráneas que en conjunto representan una extracción de 2 mil 689.08 millones de metros cúbicos.
En tanto, para el aprovechamiento de las aguas superficiales-ríos, embalses, arroyos y lagos-la Conagua tiene vigentes apenas mil 625 títulos que autorizan una extracción de 2 mil 240.08 millones de metros cúbicos.
De estos volúmenes de agua concesionados en la entidad, apenas 556 millones se destinan al abastecimiento de los guanajuatenses a través de las redes potables que llegan a los domicilios, según registros del REPDA.
“Esto no es exclusivo de Guanajuato, prácticamente todo el país tiene problemas de sobreexplotación. La población cada vez es más y las necesidades de agua cada vez son mayúsculas, la extracción que se realiza es cada vez más profunda y todo esto conlleva a la situación crítica”, agregó Vicente.
LA CRISIS HÍDRICA SE AGRAVA EN LEÓN, LA CIUDAD MÁS POBLADA DEL ESTADO
León se abastece de cuatro acuíferos: Valle de León, La Muralla, Río Turbio y Silao-Romita
Pero datos de la Conagua reportan que el acuífero Valle de León, el cual es la principal fuente de abasto de aguas subterráneas para la ciudad, tiene un déficit de 53.9 millones de metros cúbicos.
El acuífero La Muralla tiene un déficit de 11.6 millones de metros cúbicos.
A su vez, el acuífero Río Turbio tiene un déficit de 52.9 millones de metros cúbicos.
Mientras que el acuífero Silao-Romita marca una disponibilidad en el REPDA de 117.2 millones de metros cúbicos, sin embargo, el director local en Guanajuato de la Conagua, Vicente Zepeda López, aclara que esa disponibilidad resulta del cálculo conforme a la Norma Oficial Mexicana NOM-011-Conagua-2015 pero en realidad, el acuífero tiene un déficit de 91.6 millones de metros cúbicos porque el volumen de agua utilizado es mayor, de acuerdo a los censos realizados por la Comisión Estatal de Agua de Guanajuato y la propia Conagua.
“Viene siendo diferente el volumen de agua utilizado de acuerdo a los censos realizados por la Comisión Estatal de Agua de Guanajuato y la propia Comisión Nacional del Agua que ronda en los 371.3 millones de metros cúbicos lo cual, al hacer el balance, resulta un déficit o sobreexplotación de hasta menos 91.6 millones de metros cúbicos. Entonces, el panorama en todos los acuíferos es de sobreexplotación, aunque en el Registro Público de Derechos de Agua se tenga al acuífero Silao-Romita con cierta disponibilidad. La Comisión Nacional del Agua, en su momento, incluso sacará un Acuerdo a nivel central para controlar este volumen”, apuntó.
El director local de la Conagua enfatizó que la demanda de agua en León crecerá un 6 por ciento respecto a su crecimiento proporcional en los próximos 10 años, según estimaciones del Consejo Nacional de Población (Conapo), un panorama que enciende focos rojos en la administración hídrica de la ciudad.
“La situación que genera focos rojos es que la fuente principal de agua es de los acuíferos los cuales ya presentan déficit. Es decir, la extracción es mayor que la recarga por lo que es muy conveniente buscar otras alternativas antes de que se tengan condiciones críticas”, remarcó Vicente.
La explotación de las aguas subterráneas puede derivar en consecuencias negativas como el encarecimiento de la extracción hídrica, problemas sociales entre usuarios del agua, degradación de la calidad del líquido e incluso, el agotamiento total del acuífero.
“ESTAMOS EXTRAYENDO AGUA YA A MÁS DE 450 METROS”: SAPAL
La crisis hídrica derivada de la sobreexplotación de los acuíferos en León es bien conocida por Enrique De Haro Maldonado, director general del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León (Sapal), quien, en entrevista con Evlyn.Online, admitió la presión a la que diariamente se somete el acuífero Valle de León y al mismo tiempo fue tajante en señalar que la presa El Zapotillo sigue siendo “el gran proyecto para la ciudad” pese a que el Gobierno Federal, decidió dejarla fuera de este trasvase.
“Estamos extrayendo agua ya a más de 450 metros. Definitivamente el estar perforando y el estar metiendo más ´popotes´ al mismo acuífero no es más que estar paleando el problema. Es por eso importante que sí tengamos el agua superficial de la cuenca del río Verde que es la de El Zapotillo”, afirmó.
Fue el 14 de agosto cuando el Presidente Andrés Manuel López Obrador anunció un plan para que la cortina de la presa El Zapotillo quede a 80 metros de altura y así no inundar a las comunidades de los Altos de Jalisco: Temacapulín, Palmarejo y Acasico. Esta propuesta obliga a León a buscar otras fuentes de abasto hídrico.
Pero SAPAL insiste en defender El Zapotillo para traer a León agua desde los Altos de Jalisco y por ello, mantiene una firme defensa del proyecto en las mesas de negociación que mantiene con la Conagua, aunque, reconoce que está “muy atorado” en términos legales y técnicos.
“Hoy en día, para León, sigue siendo el gran proyecto porque nos permitiría parar pozos para que los mantos se recuperen trayendo un agua superficial pero desafortunadamente tenemos 2 situaciones: que la cortina por medio de un amparo no se ha podido crecer hasta los 105 metros y que por motivos de la empresa Abengoa, española, pone un recurso también y se detiene la obra del acueducto”, puntualizó.
La defensa de El Zapotillo que encabeza Enrique De Haro se sustenta en un título de concesión de 119 millones 837 mil de metros cúbicos para la ciudad y en el Decreto de 1995 por el que se declara la reserva de aguas nacionales en la cuenca del río Verde.
“Cuando se dan los decretos tanto para los Altos de Jalisco como para León, se determinan más –menos 500 millones de metros cúbicos. En estos 500 millones ya incluyen a la zona metropolitana de Jalisco, de esos 500 nosotros tenemos 119. Son 3.8 millones de metros cúbicos por segundo. Hoy en día, León está consumiendo 3.1 millones de metros cúbicos por segundo, estamos por debajo de lo que nos entregaría El Zapotillo por eso seguimos pensando que sí es un gran proyecto. Ese es el título de concesión. Es el permiso que nos dan de traernos agua de una cuenca a otra”, recalcó.
La Conagua pretende aprovechar la infraestructura ya construida de El Zapotillo para almacenar agua por lo menos a 50 60 metros de la cortina que mide 80 metros, pero el director de Sapal consideró que esta propuesta no resuelve el abasto ni para los Altos de Jalisco, ni para León.
“Con la decisión que se está tomando no tendrían agua ni los Altos de Jalisco ni León. La verdad es que es muy poca el agua, no viene a resolver el tema ni para uno ni para otro. Necesitamos que la Federación ya resuelva este tema y es lo que vamos a estar empujando porque imagínate una infraestructura de muchos miles de pesos que está sin usarse y que esté en el abandono prácticamente”, argumentó.
A pesar de que El Zapotillo sigue siendo la prioridad para León, Enrique De Haro Maldonado informó Sapal ya contrató los servicios de proyecto para explorar fuentes hídricas alternas de abasto a la ciudad, pero ahora buscando que provenga de aguas superficiales – presas, ríos, arroyos – para reducir la presión sobre los acuíferos.
“Contratamos un proyecto precisamente para que nos brinde alternativas. No estamos de brazos cruzados, definitivamente estamos buscando alternativas en materia de aguas superficiales”, aseguró.
Uno de los proyectos que se estaría analizando es el trasvase de agua para León desde la presa Solís localizada en el municipio de Acámbaro, Guanajuato, pero el director de Sapal prefirió no adelantar nada respecto a las alternativas que se estudian, su prioridad ahora es defender El Zapotillo.
¿POR QUÉ SAPAL SE RESISTE A QUE LO DEJEN FUERA DEL ZAPOTILLO?
Daniel Tagle, profesor investigador de la Universidad de Guanajuato campus León, dedicó sus más recientes investigaciones a analizar el funcionamiento del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León (Sapal) y sin temor a equivocarse concluyó: “Este Organismo Operador es más agresivo con sus tarifas que una empresa privada”
En entrevista con Evlyn.Online, el investigador señaló que el modelo que emplea SAPAL en la administración del agua en León se enmarca en el concepto internacional de “corporativismo” porque su principal interés es la mercantilización del agua.
“Analizamos al Organismo Operador y se comporta como una empresa corporatizada, es decir, es una empresa que mantiene un interés público pero cuyas tarifas y cuyo proceso de comercialización del agua son mucho más agresivas que una empresa privada. Entonces, todas las opciones que se han buscado en León para resolver la crisis de agua tienen que estar monopolizadas desde el Organismo Operador”, enfatizó.
Ese corporativismo, dijo, se pretendía maximizar con el proyecto de El Zapotillo porque le garantizaba a SAPAL el abasto para continuar mercantilizando el agua, pero, una vez que el Gobierno Federal decidió dejar fuera a León, el Organismo Operador se resiste.
“Por eso el Organismo Operador se resiste tanto a que lo dejen fuera de El Zapotillo, porque con este proyecto mantenía la comercialización del agua y también profundizaba la mercantilización.
El Zapotillo implicaba transferir costos, mantener el monopolio de la gestión del agua y generar procesos de comercialización y mercantilización. Eso es muy importante resaltar porque dentro del Consejo Directivo del Organismo Operador es donde se congregan todos los Consejos Empresariales a pesar de que se dice que es un Consejo Ciudadano en realidad, son ciudadanos que están derivados de las principales Cámaras Empresariales”, apuntó.
Las investigaciones de Daniel detallan que SAPAL ha permeado entre los leoneses con un discurso que incorpora principalmente dos mensajes: “En León no hay agua” y “traer agua a la ciudad es caro”, con estos argumentos justifica el incremento de las tarifas.
Sin embargo, las investigaciones arrojan que el consumo doméstico de agua que registran los leones no es la causa de la crisis hídrica que registra la ciudad porque SAPAL ha sido exitoso en contener esa demanda. La presión viene de la industria y de los planes de crecimiento urbano que impulsa el Gobierno municipal y estatal.
“Nos dimos cuenta que el Organismo Operador no se ve tan presionado por la parte doméstica. En el año 2000 un leonés consumía 150 litros por persona al día, el día de hoy un ciudadano de León está consumiendo 70 litros. Entre el año 2010 y 2020, en León se sumaron 560 mil nuevos ciudadanos y eso implicaría que está generando mayor presión por el abasto de agua, pero no, SAPAL ha controlado ese crecimiento de la parte doméstica con las tarifas.
La presión viene de la industria. Identificamos que en la última década el crecimiento fue de más de 150 por ciento de la demanda del usuario comercial, pasaron de entre 3 y 4 millones de metros cúbicos a 10 millones. Tú podrás decir que no es mucho, pero en una ciudad como León, para los acuíferos tan sobreexplotados que tiene, sí es algo muy sensible”, explicó Daniel.
El también experto en gestión hídrica consideró que la cancelación de El Zapotillo como fuente de abasto para León es una oportunidad para que SAPAL lidere la implementación de un nuevo modelo de gestión del agua en la ciudad.
Se trata, dijo, de implementar un nuevo plan integral que apueste a la recuperación de los acuíferos a partir de cinco acciones prioritarias: rehabilitar la parte alta de la Sierra de Lobos para lograr la retención de agua con una inversión de 400 millones de pesos, reducir las pérdidas por fugas, acelerar la eficiencia de consumo en el riego agrícola, ampliar la venta de agua saneada e incentivar la captación de agua de lluvia a nivel industrial.
Aunque advirtió que la implementación de este plan integral será exitoso en la medida en que SAPAL permita la participación de todos los usuarios de agua.
“Son acciones que resultan necesarias si queremos convertirnos en una ciudad vanguardista en términos de agua, pero no quieren soluciones fuera del ambientalismo de mercado porque fuera del ambientalismo de mercado no ganan ellos. A mí me preocupa que en este momento la discusión está entre SAPAL y Conagua y no están considerando a los ciudadanos, ellos no están en la discusión. Si realmente quieren solucionar el problema, tienen que involucrar a los usuarios del agua porque estamos en un escenario hídrico complejo que requiere de la participación de todos y se requiere generar una conciencia hídrica. Lo que necesitas es rehabilitar al acuífero y SAPAL no está pensando en la recuperación del acuífero. SAPAL no está invirtiendo en estas acciones”, concluyó Daniel.
“HAY QUE EMPEZAR POR SANEAR NUESTRO ACUÍFERO”
Alex Ricardo Caldera Ortega, profesor del Departamento de Gestión Pública y Desarrollo de la Universidad de Guanajuato campus León, no tiene duda: la prioridad para esta ciudad debe ser sanear sus acuíferos particularmente el acuífero “Valle de León”
La crisis hídrica que vive Guanajuato y la dependencia que tiene del agua subterránea, dijo, obliga a las autoridades a desarrollar estrategias para impulsar la gestión hídrica participativa e integral.
“Debemos empezar a ver cómo sanear, recuperar y gestionar nuestro acuífero y esto implica una forma distinta de hacer las cosas. La principal forma de hacer las cosas distintas es incluir a todos los involucrados. No sólo son los empresarios, estamos hablando de una acción colectiva en la que tienen que participar campesinos, la academia y la ciudadanía en general”, expresó en entrevista con Evlyn.Online
Mediante la gestión hídrica participativa, explicó, se puede alentar la reducción de pérdidas en fugas de agua, un programa ambicioso de tecnificación del riego y de captación de agua de lluvia.
De acuerdo con los estudios de Alex, una vivienda podría subsistir por lo menos un par de meses con agua de lluvia.
“Empezar con programas serios y ambiciosos de cosecha de agua a nivel vivienda. Sabemos que en León hay precipitaciones que permitirían, con tecnologías a nivel doméstico, vivir dos meses al año sin extraer agua del acuífero. Es dinero que no va entrar a la factura de SAPAL, pero la ciudadanía va poder consumirla”, compartió.
Como parte de una estrategia integral, enfatizó que la Sierra de Lobos tendría que estar en el centro de un plan integral de recuperación del acuífero para que siga siendo el principal elemento de filtración y recuperación de la cuenca.
Además, advirtió que León debe repensar sus prioridades de crecimiento industrial.
“No se trata de crecer por crecer sino crecer y darle futuro a la ciudad y para ello tenemos que pensar en términos de los planes económicos sobre a qué tiempo de inversión se le da prioridad en León y qué tipos de empresas se van a seguir apoyando en términos de su instalación y compromiso de consumo y usos del agua en la región”, agregó.
Al revisar la gestión hídrica en Guanajuato, Alex encontró que aunque la entidad avanzó desde el año 2000 en la consolidación de una institucionalidad del agua, identificó un retroceso a partir de 2006.
“Con la llegada de llegada de Angélica Casillas a la Comisión Estatal del Agua yo creo que hubo retroceso en la parte de apostarle a la gestión integral y participativa, por lo menos le dio menos énfasis e inclusive se dejó caer a este tipo de organismos a tal grado que los COTAS (Consejos Técnicos de Aguas) que han sobrevivido con alternativas que ellos han buscado y ellos tienen muchas ideas hacer frente a esta crisis de agua, pero no han sido tomados en cuenta”, apuntó.
En su opinión, la presa El Zapotillo generó una miopía entre los funcionarios públicos del Estado que no vieron otra alternativa de gestión del agua más allá de este proyecto.
“El Zapotillo significó que acá en Guanajuato se olvidaran de lo que tendríamos que hacer nosotros más allá del propio proyecto. El proyecto tenía su temporalidad en beneficio de la región, se hablaba de 25 años funcionando y era agua que, se dice que, para cumplir el derecho humano, pero en realidad era para seguir financiando el patrón de desarrollo y crecimiento”, subrayó.
Alex concluyó su análisis recalcando que la cancelación de El Zapotillo es una gran oportunidad para implementar un nuevo modelo de gestión hídrica en León, pero requiere tener un sentido de urgencia para convocar a la ciudadanía a crear una gran acción colectiva y estratégica para que toda la población se haga cargo de la gestión de la crisis del agua.
TRES LECCIONES APRENDIDAS DE EL ZAPOTILLO
María González Valencia, investigadora del Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario (IMDEC), acompañó todo el proceso de resistencia que encabezaron las comunidades de Jalisco que serían afectadas por la construcción de la presa El Zapotillo y, a 16 años de que se iniciaran los primeros estudios sobre este proyecto, señaló que hay tres lecciones aprendidas.
LECCIÓN UNO: A pesar de que la construcción de la presa El Zapotillo quedó inconclusa, se ocasionó un daño ambiental en la cuenca del río Verde.
“Ya hay un daño ambiental. Digamos esta cuenca del río Verde en esta parte de Jalisco ya fue devastada para construir el proyecto hasta la fase en la que se encuentra. Después de 16 años, logró avanzar tan solo el 46 por ciento. En su camino hay una devastación ambiental en términos de lo que se tuvo que devastar para las diferentes construcciones, hay un derroche de recursos públicos grave y muy alto”, señaló en entrevista con Evlyn.Online
LECCIÓN DOS: Las empresas nunca perdieron.
“Quienes nunca perdieron y quienes siempre ganaron fueron las empresas constructoras. Las empresas han seguido cobrando sus seguros. Abengoa recibió una gran suma, después renuncia y después demanda. Desde nuestra perspectiva, este megaproyecto se tiene que auditar técnica y financieramente. Se tiene que identificar a los responsables y se tiene que recuperar todo ese dinero que son presupuestos públicos y que están inmersos en corrupción”, apuntó.
La lista de corrupción de la presa El Zapotillo, enfatizó que es muy larga.
“La empresa Abengoa que tenía la concesión del acueducto recibió dinero al iniciar las obras, por lo menos 2 mil millones de pesos. El acueducto se quedó alrededor del 5 o 6 por ciento. La empresa entra en quiebra y ahora tiene demandado al Estado mexicano por lo menos por 5 mil millones de pesos.
Además, en la historia de esta empresa hubo dinero del Gobierno de Guanajuato que se le dio para intentar rescatarla, hubo dinero del Gobierno de Jalisco, hubo dinero sin tomar en cuenta a los trabajadores de pensiones del Gobierno del Estado, por lo menos 603 millones de pesos, es decir, la lista de corrupción es muy larga”, indicó.
LECCIÓN TRES: La construcción de presas no es la solución.
La construcción de presas en el mundo es una tecnología obsoleta y está comprobado por los propios Bancos que durante mucho tiempo financiaron las grandes obras de las presas, por ejemplo, el Banco Mundial o el Banco Interamericano de Desarrollo, que estas obras ya no responden a sus objetivos económicos, sociales y de sustentabilidad, dijo la investigadora.
Además, continuó, se comprobó que estos proyectos aumentan 3 o 4 veces su costo original.
“Tanto el Gobierno de Guanajuato como el de Jalisco no se deberían de conformar con echar a andar un megaproyecto en las condiciones en las que la propia Federación lo está considerando. Las presas no son la solución, los trasvases no son la solución. Si no tienen una planeación de mediano y largo plazo de manejo del agua, no vamos a salir de esta crisis.
En México se le sigue apostando todavía a estas grandes obras de infraestructura que no están dentro de estos modelos de gestión integral del agua o de manejo de recursos integrados y tenemos casos como El Zapotillo que tiene 16 años intentando imponerse y en esos 16 años podemos hablar de todos los fracasos en términos de sustentabilidad, económicos, ambientales y sociales”, añadió María.
“EL BENEFICIARIO PRINCIPAL DE EL ZAPOTILLO ERA LA INDUSTRIA”
Claudia Gómez Godoy, abogada especializada en derechos humanos y defensa jurídica contra megaproyectos en el Colectivo de Abogados, expuso que los trasvases como El Zapotillo responden a intereses de la industria.
“Los trasvases no se usan normalmente para abastecer ciudades en consumo de agua, obedecen sobre todo a regiones económicas a las que se quiere favorecer para la colocación de grandes industrias como es el caso de León, pero hay otros casos de trasvases en donde el principal usuario final no son necesariamente las ciudades, sino que se trata de favorecer usos mineros extractivos”, puntualizó en entrevista con Evlyn.Online
Cada trasvase, subrayó que tiene impactos ambientales, económicos y sociales.
“En el caso de El Zapotillo estamos hablando de la inundación de tres comunidades, pero hay otras comunidades que son afectadas por no tener acceso a las fuentes de agua que naturalmente tenían acceso al agua y con eso afectas a productores, pescadores y la gente que vive debajo de los ríos porque una vez que se trasvasa el agua, se ven afectados en sus modos de vida y de producción”, sostuvo.
La gestión hídrica, enfatizó que debe apostar cada vez más a soluciones que involucren a los usuarios en la recuperación de la cuenca hídrica a través de acciones como la captación de agua de lluvia y la recarga de acuíferos.