A sus 11 años, “Jovita” acompaña a su papá a pintar murales en los que destacan las tradiciones de su pueblo e informan sobre los impactos que tiene en su territorio la explotación de metales por desarrollos mineros como Zacatecas Silver de origen canadiense.

Temixco, Morelos. El color, la pintura y el trazo tienen ocupada a Jaretzy Jovita Hernández Ramírez, quien tiene 11 años y una amplia experiencia en pintar murales como una manera de defender “Tetlama”, su pueblo indígena, frente a proyectos de explotación minera a cielo abierto.

Desde que se anunció la llegada a su pueblo de las empresas canadienses Álamos Gold (antes Esperanza Silver) y Zacatecas Silver, que pretenden extraer oro y plata, esta niña acompaña a sus papás en la defensa de la territorialidad indígena y los bienes comunes de su región.

Jovita, como la llaman sus amigos, es una representante de las infancias que crecen en los procesos de resistencia antiminera y ella tiene su propia opinión acerca de cómo el proyecto minero transformó la manera de vivir y convivir en su lugar de origen.

“Realmente el tema de la mina es algo de lo que no se puede hablar libremente. Todo aquél que hable mal de la mina es señalado como problemático e ignorante. La compañía ha tomado el control del pueblo mediante nuestras autoridades y es por esto que no existe un debate abierto sobre la minería”, cuenta en entrevista con Evlyn.Online

Jovita en una jornada de murales.
Jovita en una jornada de murales.

 

Casi siempre, Jovita acompaña a su papá a pintar murales. Lo hace como parte de las jornadas que organizan en su pueblo para informar sobre los impactos que tiene la minería.

“Es una manera de expresar sentimientos que tienes contra la mina y coraje que tengas contra la minería. Mi papá ha convocado a tres jornadas de murales a donde he tenido el apoyo de muralistas solidarios y personas de mi edad que han apoyado donando pinturas y cuando veo que mi papá se va a pintar no me gusta que se vaya solo y lo acompaño porque a mí me gusta pintar mucho. Los muralistas hacen el dibujo y yo les ayudo a pintar”, comparte.

Una de las jornadas de murales que más disfrutó, dice, fue la que hizo el año pasado cuando pintó un mural con una ofrenda.

“En el mes de noviembre del año pasado pintamos una ofrenda donde un adulto de mi pueblo habla a los cuatro puntos cardinales de mi pueblo para pedir un buen temporal, para que haya buena cosecha y protección para mi pueblo. Dibujamos un chinelo que tenía un sombrero al que teníamos que ponerle muchos puntos y esos yo los hice”, recuerda.

De acuerdo con un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) el interés por la minería en Morelos ha ido en aumento. Aunque es un estado del centro de México conocido más por sus destinos turísticos y su actividad agrícola, de 2000 a 2017 la expansión territorial de la minería ahí creció cuatro veces más, pasando de 10 lotes otorgados a la minería a 46, lo que equivale a 116 mil 880 hectáreas.

Uno de los murales pintados por Jovita
Uno de los murales pintados por Jovita

 

Uno de los principales problemas de esta expansión en el estado es que se realizó hacia las zonas con presencia de ríos, acuíferos, áreas naturales protegidas y sitios arqueológicos.

En la comunidad de Tetlama hay quienes sí están a favor del desarrollo minero, pero también existe un movimiento de resistencia que lo rechaza.

Jovita no se asume como una activista, pero sí tiene una postura firme respecto a las empresas mineras.

“No tengo bien definido el término activista. De lo único que estoy segura es que no quiero que se instale esa mina en mi pueblo. Son empresas inhumanas que alteran las formas de los territorios a donde llegan, no hay nada bueno que hablar de una empresa minera. No existe ningún tipo de relación que pudiera haber ya que la minera ha dividido a mi pueblo, a las familias e incluso a los niños y niñas de mi pueblo. Un niño le deja de hablar a otro niño porque su papá no está de acuerdo con la mina y su papá del otro niño sí está de acuerdo con la mina”, señala.

Jovita participa en la pinta de murales de su pueblo
Jovita participa en la pinta de murales de su pueblo

 

La niñez de Tetlama no es indiferente al debate público que hay en relación a la actividad minera en esta comunidad y Jovita, quien cursa el primer año de secundaria, anticipa que ella seguirá acompañando a su papá a pintar murales y en futuro, le gustaría que voz se escuche en un foro informativo sobre los impactos de la minería.

“Yo a mi papá lo sigo mucho. Le he pedido ir a marchas, pero no me quiere llevar porque me explica que es muy arriesgado. Me gustaría hablar de la mina, de lo que les pasaría si se instala la mina y les pediría que se sumen a la lucha contra la minería”, agrega.

Por ahora, esta pequeña se alista para pintar su siguiente mural.

En Tetlama usan el muralismo como una expresión para resistir a la minería
En Tetlama usan el muralismo como una expresión para resistir a la minería